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REZANDO JUNTOS. Lucas 7. 31-35. Mièrcoles 24º TO. Ciclo C. Oraciòn del dìa, mièrcoles 14 de septiembre, 24ª TO. San Lucas 7. 31-35 Señor, Me pongo en tus manos, con la confianza de un niño, para que …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 7. 31-35. Mièrcoles 24º TO. Ciclo C.

Oraciòn del dìa, mièrcoles 14 de septiembre, 24ª TO. San Lucas 7. 31-35

Señor, Me pongo en tus manos, con la confianza de un niño, para que hagas en mi vida lo que más te agrade, pues sè que es lo mejor para mì. Habla a mi corazón y a mi conciencia en esta oración, indícame el camino que debo seguir, para hacer tu Voluntad. Señor, que te conozca más para que crezca mi amor a Ti, y asì sea fiel a todo lo que me vayas pidiendo en este dìa.
Vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 7, 31-35

Comienzas tu Evangelio de este dìa, haciendo una pregunta: "¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quiénes se parecen?, ¿serà que esta pregunta me la haces tambièn a mì?, ¿què pensaràs de nosotros?, ¿cuàl será nuestra respuesta?. ¿A quién nos parecemos?
En aquel tiempo tu respuesta fue clara, se parecían a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan unos a otros, “Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado”.

Nos dejas ver què difícil es hacernos llegar tu mensaje, nos llenas pruebas, manifestaciones, personas y siempre buscamos màs y màs, nada nos satisface, siempre estamos encontrando un pero, ¿quièn nos entiende?. Nos tocan la flauta y no bailamos, nos cantan canciones tristes y no lloramos, somos los eternos insatisfechos, en aquel tiempo había venido Juan el Bautista, hombre austero, comìa saltamontes, se vestìa de piel, vivía en el desierto, y lo consideran endemoniado. Vienes Tù que comes y bebes y te tratan de glotón y bebedor, y claro còmo venìas a rescatar a los perdidos, es decir, a pecadores y publicanos te echan en cara que son tus amigos.

Terminas diciendo que solo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, serán los que reconozcan tu mensaje y a tus enviados. Señor necesito de la sencillez, de la fe y de esta sabiduría para descubrirte en medio del mundo, aceptar lo que me mandas, cuàndo me lo mandas y còmo me lo mandas, y que no lo discuta ni me ponga caprichoso, porque no me gusta o no lo entiendo.

Què bien me dices: La vida es un milagro, tú eres un milagro; sin embargo, no contentos y convencidos de ello, estamos pidiendo más y más. Realmente no hay peor ciego que el que no quiera ver, asì les pasaba a los fariseos y escribas, me dices: abre los ojos de tu corazón y deja de pedirme más pruebas. El estupor y la admiración deben de acompañarte paso a paso, solo así verás mi mano que no deja de soplar sobre ti, en ese soplo de amor está el milagro que es tu vida y lo que te doy dìa a dìa.

Señor ayúdame a reconocerte en todas las pequeñas cosas que ocurren en mi vida, ahì comprenderé que no necesito más milagros que aquellos que me das dìa a dìa, sin que yo te los haya pedido”.

Complemento para la meditación: en Youtube: “¡Milagros!, ¿dònde que no los veo?”. Sembrando Esperanza II.
www.youtube.com/watch

Mi propósito en este dìa, es renovar mi fe, por eso rezarè el credo, sabiendo que ahì està todo lo que debo creer y esperar, ahì està el fundamento de mi vida cristiana. Aceptarè el dìa a dìa de mi vida, sin pedirle pruebas a Dios y agradecerè su mano que me sustenta y sostiene.

Mis queridos niños, Jesùs, confía mucho en nosotros, asì tambièn nosotros tenemos que confiar en El. El sabe lo mejor para nosotros y debemos creer todo lo que nos dice y enseña. Por eso nos ha dejado el credo para saber lo que nos ha revelado y enseñado con su vida. Cada dìa se sigue manifestando en tantos momentos, ojalà siempre lo puedan ver y descubrir.
P. Dennis Doren, LC

Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga