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REZANDO JUNTOS. Lucas 6.12-19 . 6 de septiembre. Ciclo C. Oraciòn del dìa martes 6 de septiembre, 23ª TO. San Lucas 6.12-19. Ciclo C. Vengo, Señor, a ponerme en tu presencia, con la confianza de un …Más
REZANDO JUNTOS. Lucas 6.12-19 . 6 de septiembre. Ciclo C.

Oraciòn del dìa martes 6 de septiembre, 23ª TO. San Lucas 6.12-19. Ciclo C.

Vengo, Señor, a ponerme en tu presencia, con la confianza de un niño, abierto a todo lo que me quieras comunicar. Tú siempre me miras y acompañas con tu amor, ese amor me da gran seguridad. Mi mayor alegría es poder venir a Ti. Gracias por extenderme siempre Tu mano y levantarme, por abrirme siempre tus brazos y abrazarme, por tenderme siempre tu misericordia y perdonarme. Quiero aceptar tu amor, quiero escuchar tu invitación. Gracias por llamarme a estar contigo, Jesús.
Hoy vamos a reflexionar en el Evangelio de san Lucas 6,12-19.

Hoy Señor, una vez más te retiras a orar, pasas toda la noche orando, ahì nos dejas ver la primacía que debe tener la oración en nuestra vida; cansado, agotado, con miles de experiencias en la cabeza, y dedicas ese tiempo solo para estar con Tu Padre celestial, es un momento de intimidad, ahì te alimentas, descubres la Voluntad del Padre, y desde ahì pides por los tuyos, por los que formaràn parte de tu equipo evangelizador, los que llamaràs a estar contigo, es un momento de crucial importancia, pues de esa oración saldrán los nombres que te acompañarán en esta aventura de amor y salvación.
Asì es Señor, desde la oración también has pedido por mì, y a través de ella, intercederás para que realice la misión a la cual he sido enviado, Señor que cada cristiano entienda que tiene una misión, que jamàs sus vidas caigan en el vacìo, en la indiferencia o en la apatìa.

Cuando ya se hace de dìa, eliges a tus apóstoles y los vas llamando por su nombre, ahì vemos que no llamas en maza, sino personalmente, a cada uno, con nombre y apellido, son hombres como todos, nada de especial, gente sencilla, abierta, temerosa de Dios, trabajadora, e incluso llamas a quien te iba a traicionar, asì es de grande tu amor y tu misericordia. Tambièn me llamas a mí, con nombre y apellido, desde el dìa de mi bautismo ya estaba en la lista de tus elegidos, gracias, Jesùs por la confianza de predilección. No has dejado de rezar y pedir por mi..

Jesús has ideado el modo de permanecer con nosotros hasta el final de los tiempos: fundaste la Iglesia, ella que es el cuerpo y Tù la Cabeza. Has querido actuar a través de mediaciones humanas. La Iglesia es Tù presencia en el mundo y por ella nos comunicas la vida divina en los sacramentos. La salvación viene sólo de Tì; pero como recibimos la vida de la fe y la gracia a través de la Iglesia, ésta es nuestra Madre.

Asì es tu Amor, nos amas tanto que quisiste reunirnos como una familia a todos los bautizados en la Iglesia, para que pudiéramos encontrarte en ella y para guiarnos por medio del Papa, los obispos, (sucesores de los apóstoles) y sacerdotes hacia la eternidad.
Bajas del monte después de tu elección, la gente te quiere escuchar y quieren que sanes a sus enfermos, a los atormentados por espíritus inmundos, todos quedaban curados, muchos te querìan tocar, porque salìa de tì una fuerza que los curaba. Señor, sal al paso de mis enfermedades, angustias, tristezas, toma mi vida para poder ser libre de todas las ataduras que tengo y acongojan mi corazón.

MI propósito en este dìa, es darle màs fuerza a mi oración, me retirarè en silencio, para tomar las decisiones importantes en esta semana, buscarè encontrar ahì la Voluntad de Dios, y pedirè auxilio al E.S. para que me guíe en el discernimiento de los designios de Dios. Agradecerè a Dios el que me haya llamado con nombre y apellido para formar parte de su Iglesia.

Mis queridos niños, Jesùs necesitaba hombres buenos para formar su Iglesia, se retira a orar y de ahì escoge a 12 que los llama a estar con El y luego les darà el poder para expulsar demonios y llevar palabras de aliento y esperanza, palabras de salvación. Pidamos siempre por nuestros sacerdotes, obispos y el Papa, nuestras oraciones les fortalecen.
P. Dennis Doren LC

Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga