¿Sabías que La autoestima es mala? preguntarás pero ¡¿como?! ¿porqué?, ¡estás mal!. La autoestima es el camino del "yo puedo", "yo soy", "yo tengo", "yo he logrado", es el super-yo; debemos morir a nosotros mismos a todo ego a toda carne para cristificarnos día a día conforme al modelo perfecto que es Jesucristo, tomando nuestra Cruz para seguir a Jesús. Todas las obras que hagas deben ser en ofrenda a Dios, una oblación, un servicio de amor y obediencia a El y a su Hijo: "Todo cuanto hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres" (Col.3,23). Si todos tus trofeos no han sido logrados como una ofrenda para Dios sino para tu propio ego y orgullo entonces estás viviendo una falsa existencia: "No os amontonéis tesoros en la tierra, donde hay polilla y herrumbre que corroen, y ladrones que socavan y roban. Amontonaos más bien tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni herrumbre que corroan, ni ladrones que socaven y roben" (Mt 6.19,20). El término correcto entonces no es autoestima es "Cristoestima". La autoestima, la estima de uno mismo es mala cuando no se tiene a Cristo ni se vive por y para Cristo, pues es una estima egocéntrica, futil, vana, egoísta. El apóstol Pablo nos dice en la Carta a los gálatas: "y YA NO VIVO YO, sino que CRISTO VIVE EN MI y esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gal,2,20). "Entonces dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno quiere venir en pos de mí, NIEGUESE A SI MISMO, tome su cruz y sígame" (Mt 16,24).