El equipo austríaco de fútbol femenino FC Mariahilf, de Viena, abusó en un partido jugado el 22 de junio contra el equipo vaticano de fútbol femenino, para hacer propaganda pro muerte a favor del aborto y de la fornicación homosexual.
El nuncio en Viena, Pedro López Quintana, estuvo presente en el juego.
Antes de comenzar el partido, mientras se estaba ejecutando el himno vaticano, tres miembros del equipo austríaco dejaron al descubierto declaraciones pro muerte en su vientre y espalda.
Después de esto, Danilo Zennaro, el jefe del equipo, declaró: “no habrá juego porque estamos aquí para hacer deporte y no para mensajes políticos o de otro tipo”.
Desde el comienzo el juego fue explotado para hacer propaganda homosexual, por ejemplo, los banderines del córner fueron diseñados como banderines de la abominación homosexual.
Es una práctica en el fútbol internacional abstenerse de hacer declaraciones políticas dirigidas contra el equipo opuesto.
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