05:49
REZANDO JUNTOS. Juan 1. 47-51. 29 de septiembre. Ciclo C. Oración del día. 29 de septiembre, Arcàngeles Miguel, Gabriel y Rafael. San Juan 1. 47-51.Ciclo C. Vengo a tocar tu puerta, Señor, en esta …Más
REZANDO JUNTOS. Juan 1. 47-51. 29 de septiembre. Ciclo C.

Oración del día. 29 de septiembre, Arcàngeles Miguel, Gabriel y Rafael. San Juan 1. 47-51.Ciclo C.

Vengo a tocar tu puerta, Señor, en esta oración. Que pueda verte con los ojos de la fe, y escuchar tu voz que me llama a estar contigo en este día. Que mi esperanza se haga màs fuerte y firme y haz crecer mi amor hacia Ti y hacia mi prójimo.

Vamos a reflexionar en el Evangelio de san Juan 1, 47-51
Hoy en la fiesta de los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael, nos unimos a este mundo celestial, dando gracias a nuestros protectores, que sirven fielmente a tu Majestad.

Te encuentras con Natanael, y le dices que es un verdadero israelita en el que no hay dobles, nos enseñas el valor de la coherencia, de la palabra dada, de la sinceridad de vida, valores tan necesarios en nuestra sociedad actual, y tan carentes en tantos lugares.
Al final de Tus palabra añades: “Yo les aseguro que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre”.

Con este comentario, haces presente la realidad de los àngeles, Tù mismo lo dices y afirmas, existe un mundo invisible, mundo tambièn creado por Tì, asì lo renovamos cada vez que recitamos el Credo, “Creo en Dios Padre Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible”. Y los àngeles forman parte mundo invisible. Nos dice la Iglesia, que son espíritus puros, es decir no tienen materia, son libres y tienen inteligencia, tienen la visión beatìfica, es decir te ven cara a cara.

Son seres enviados, que anuncian Tu presencia entre nosotros y son un signo de ella, en el Evangelio aparecen: El Arcangel Gabriel, que Anuncia a Marìa tu llegada al mundo; los ángeles, que se les aparecen a los pastores en Tu Nacimiento; los ángeles que te alimentan y confortan en el desierto, frente a esta figura oscura y tenebrosa que osa tentarte, seres luminosos y misteriosos que sirven de contrapunto a Satanás; en Getsemanì, salen a tu encuentro para aliviarte y consolarte; en el momento de tu Resurreciòn son ellos que Anuncian a Marìa Magdalena la gran noticia. Ahì están siempre para anunciar la grandes noticias, y hacerse presente como mensajeros y enviados Tuyos, a ellos los envìas para cuidarnos y protegernos.
Señor tenemos a nuestros arcángeles conocidos:

SAN GABRIEL (Fuerza de Dios): Se sienta a tu izquierda, Jefe de los querubines, es el ángel de la misericordia, la revelación y la muerte. En el Nuevo Testamento le comunica a Zacarías que sería el padre del precursor del Mesías (Juan Bautista) (Lucas 1,11-20), es el portavoz de la anunciación a María (26-30).

SAN MIGUEL (Quién como Dios): Se nombra como virrey del cielo, príncipe de la luz, jefe de todos los ejércitos angelicales, custodio de la Iglesia Católica desde hace más de diez siglos, acompañante de las almas en la eternidad, y el ángel del juicio final (1Tesalonisense 4,16). Es además, el guerrero celestial que peleó con el Diablo encima del cuerpo de Moisés (Judas 9); y en el cielo contra el Dragón y sus ángeles rebeldes (Apocalipsis 12,7). Es pues, el símbolo del eterno triunfo de la luz sobre las tinieblas.

Y por último SAN RAFAEL (Medicina de Dios): Es el guardián del árbol de la vida en el Edén (Génesis 3,24), y jefe del orden de las virtudes, es además el ángel de la providencia, que cuida a la humanidad y a los peregrinos. En el Antiguo Testamento le sirvió de guía a Tobías, indicándole como devolverle la vista a su padre Tobit en Nínive (Gén. 11, 7-8). Es “uno de los siete ángeles que están al servicio del Señor y que puede entrar ante su presencia gloriosa” (Gén. 12,15).

Señor, Que los Arcàngeles sigan acompañando a nuestra humanidad hasta Tu venida definitiva.

MI propósito en este dìa, es tener confianza y seguridad ante la presencia de los Angeles, que custodian y protegen a la Iglesia, a mi familia y a mì. Ante mi enfermedad acudirè a San Rafael, ante los ataques del mal, acudirè a San Miguel, y ante las caídas y dificultades acudirè a San Gabriel.

Mis queridos niños, a nuestro lado, siempre están los Angeles y Arcángeles, son enviados de Dios para protegernos, cuidarnos y darnos buenas noticias, sepamos que ellos siempre están al pendiente de todos nosotros.
P. Dennis Doren, LC

Rezando juntos
Por: P. Dennis Doren, LC
Elaboración: Sebastian Arrivillaga