Clarisa pobre rechazada porque usa una cofia – encontró alojamiento

Una Hermana de las Clarisas Pobres, de 75 años, quien por motivos que no son claros abandonó su convento en el departamento de Drôme (Francia), fue rechazada por una casa para ancianos en Vesoul (Haute-Saône), su región nativa, a causa de su hábito religioso.

Cumplía con las condiciones para alojarse en la casa, la cual es propiedad de la agencia estatal CCAS. Cada residente tiene un departamento y una sala común para las comidas.

Pero la CCAS le comunicó por carta a la monja que abandonar su hábito y su cofia era una condición para recibir un lugar en la casa:

“Con respeto por el secularismo, cualquier signo ostentoso de pertenecer a una comunidad religiosa no puede ser aceptado en orden a asegurar la serenidad de todos”. La monja se negó.

Al final, la parroquia encontró un alojamiento independiente para ella. Alain Chrétien, el alcalde Vesoul, calificó al rechazo de “error de apreciación”.

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