En su testimonio del 5 de mayo que duró dos horas y media, el cardenal Becciu presentó al Tribunal del Vaticano historias de espionaje.
Una fue sobre Cecilia Marogna, una mujer italiana “experta en geopolítica e inteligencia” que negoció la liberación de la capturada y secuestrada hermana Gloria.
Después, Becciu habló de Genoveffa Ciferri Putignani, calificándola de “ex agente del servicio secreto italiano”, quien “irrumpió en su vida” en mayo de 2020 para defender a monseñor Alberto Perlasca, su ex secretario involucrado en la mala gestión financiera del Vaticano que se convirtió en el principal acusador de Becciu.
Becciu recibió a Ciferri en su apartamento. Ella le dijo que iba a hacer todo lo posible para restaurar el honor y el empleo de Perlasca, para que Becciu no perdiera su birreta de cardenal, pero Francisco se la retiró en septiembre de 2020.
Ciferri advirtió a Becciu de que conocía a periodistas en Italia e Inglaterra que le destruirían o alabarían en función de su compromiso …Más