Otra carta: Iglesia homosexual de Francisco versus la Iglesia Católica de Benedicto

El arrianismo es una prefigura del la gran apostasía.

Padre Herman Bernard Kramer

Versículo 13

Las estrellas del Apocalipsis (I. 20) son los obispos y sacerdotes de la Iglesia. Esta caída de las estrellas presagia una gran
apostasía de obispos y sacerdotes. Las estrellas caen como higos verdes arrancados del árbol por un viento violento, por la fuerza física. Estos
los higos son los 6 \ vv6oi y crecen en invierno, la mayoría de los cuales son de mala calidad y se caen en primavera sin madurar. Puede
denotar a los obispos y sacerdotes que son ministros mundanos e indignos, habiendo ingresado al sacerdocio por motivos mundanos. Y por esa razón no llegan a la madurez, sino que son arrancados del árbol vivo, la Iglesia, en las tormentas de la herejía.
que barren la tierra. Las tormentas y los vientos en lenguaje profético representan rebeliones, revoluciones y ejércitos invasores.

La caída de las estrellas del cielo describe gráficamente la deserción de los apóstatas del estado de gracia sobrenatural en el estado de pecado. Y su caída tan espesa como higos, cuando un árbol cargado es sacudido por una violenta ráfaga de viento, describe
nada más precisamente que la apostasía del clero hacia el arrianismo durante el siglo IV. Gran número de obispos
apostataron, e intrigaron para que los ortodoxos fueran depuestos y desterrados. Arrancando los higos del árbol con violencia
probablemente indica que muchos obispos y sacerdotes no consintieron en el arrianismo, pero fueron empujados a él por los emperadores o por
aspirantes al episcopado malvados e intrigantes. El emperador Constancio desterró a todos los obispos que no se comunicaron
con los arrianos. La mitad de los obispos de la Iglesia se convirtieron en arrianos. En el Concilio de Rimini, 359 d.C., la hipocresía del
Los arrianos y las amenazas del emperador indujeron a casi todos los obispos presentes, 400 en número de los cuales, pero 80 eran arrianos, a firmar un
Credo semi-arriano. Mediante el fraude y la violencia abierta, la verdad católica les fue arrebatada de las manos. Full text of "The Book Of Destiny prophecies old new testament apocalypse kramer catholic theology" (archive.org)

¿No sabéis que los inicuos no heredarán el Reino de los cielos? No os engañéis: pues ni los fornicarios, ni los adoradores de ídolos, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni de los pecados nefandos … poseerán el Reino de los cielos) (Epístola de San Pablo; Iª Corintios VI, 9-10).

Los afeminados también son pecadores contra natura, todos los que pecan contra la pureza de la castidad, los pensamientos impuros, los lujuriosos, tienen su lugar en el lago de fuego y azufre.

Lo de los pecados nefandos, son las que cometen los sodomitas, que hoy día, tratan de suavizarlo como "gays", pero como los homosexuales, no tienen cabida en el Reino de los cielos.

Tampoco las personas que aunque no sean homosexuales y cosas así, pero cometen fornicación, actos impuros, estos ya tienen su lugar en los tormentos eternos. Y cuidado con quienes se dedican a buscar placer en el pecado, viendo imágenes de pornografía en Internet, estos no llegan a convertirse, sino que se pierden sin remedio. Pues llegan a recaer en esos vicios repugnantes.

En 1986, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida entonces por el cardenal Ratzinger, emitió un documento de instrucciones a los obispos sobre la pastoral de las personas que han caído en el pecado de la homosexualidad. ( personas que tienen una atracción al mismo sexo). En el cual, la congregación advirtió a los obispos asegurarse de “manifestar claramente que la actividad homosexual es inmoral.”
La instrucción añade, “Pero queremos dejar en claro que la desviación de las enseñanzas de la Iglesia, o el silencio al respecto, en un esfuerzo por proporcionar cuidado pastoral no es ni cuidado ni es pastoral. Sólo lo que es verdadero puede ser en última instancia pastoral. El abandono de la posición de la Iglesia impide que (las personas atraídas al mismo sexo) reciban la atención que necesitan y merecen.”