El obispo auxiliar Michael Gielen, de 49 años, presidió el 14 de febrero una Eucaristía de San Valentín en la catedral de San Patricio, situada en Auckland (Nueva Zelanda), aunque ese día la Iglesia del Novus Ordo recordaba a los santos Cirilo y Metodio.
“Celebramos el don del matrimonio y la vida individual [¡sic!] y rezamos por los fieles”, escribió Gielen en las redes sociales oligarcas.
Él confiesa que “yo estaba especialmente motivado por la bendición de las manos”. Por motivos que no son claros, las manos del obispo fueron “ungidas” por algunas personas laicas.
Stephanie Silveira, quien estuvo presente en la ceremonia del año pasado, recordó que “fue un sentimiento hermoso”. Gerry Smith menciona la abundancia de chocolate de este año. Un fiel local dijo a Gloria.tv que “la estupidez episcopal no conoce límites”.
#newsHbqlbxsfts