Monseñor Athanasius Schneider: el culto a la Madre Tierra está al servicio de una agenda política precisa
El término “Madre Tierra”, un sinónimo de la Pachamama o Gaia, lleva connotaciones religiosas, escribió monseñor Athanasius Schneider el 19 de noviembre en el sitio web Kath.net.
Schneider observa que el culto a la Pachamama, presente en el Sínodo sobre la Amazonia, está en el centro de la política medio ambiental a nivel mundial.
Él describe este culto como una mezcla de ciencia, paganismo, misticismo oriental y feminismo, cuyo más grande enemigo es el cristianismo, al que el escribe como el “único obstáculo” que impide el avance había una religión global.
Según Schneider, el culto a la Madre Tierra tiene una dimensión política. Los presidentes Andrés López Obrador (México), Hugo Chávez y Nicolás Maduro (Venezuela), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua) participaron en ceremonias de la “Madre Tierra”.
Schneider advierte además que un manual para maestros de la UNESCO, titulado “Guía de la Pachamama para maestros” (2002) sugiere imaginar a la “Madre Tierra” con un cuerpo y una personalidad.
En el 2009, las Naciones Unidas proclamó el 22 de abril como el “Día de la Madre Tierra”.
En ese momento, Evo Morales dijo en la Asamblea General de la ONU que la Pachamama es una diosa: “la Tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a la Tierra”.
Schneider concluye diciendo que el culto a la Pachamama es parte de una “agenda política precisa”, cuya meta es una revolución cultural que apoya el panteísmo, excluye la trascendencia de Dios y reemplaza a los hombres con la tierra como el centro del cosmos, para restringir derechos humanos en favor de los “derechos” de la Madre Tierra.
#newsNhzybdqcga
Schneider observa que el culto a la Pachamama, presente en el Sínodo sobre la Amazonia, está en el centro de la política medio ambiental a nivel mundial.
Él describe este culto como una mezcla de ciencia, paganismo, misticismo oriental y feminismo, cuyo más grande enemigo es el cristianismo, al que el escribe como el “único obstáculo” que impide el avance había una religión global.
Según Schneider, el culto a la Madre Tierra tiene una dimensión política. Los presidentes Andrés López Obrador (México), Hugo Chávez y Nicolás Maduro (Venezuela), Cristina Fernández de Kirchner (Argentina), Evo Morales (Bolivia) y Daniel Ortega (Nicaragua) participaron en ceremonias de la “Madre Tierra”.
Schneider advierte además que un manual para maestros de la UNESCO, titulado “Guía de la Pachamama para maestros” (2002) sugiere imaginar a la “Madre Tierra” con un cuerpo y una personalidad.
En el 2009, las Naciones Unidas proclamó el 22 de abril como el “Día de la Madre Tierra”.
En ese momento, Evo Morales dijo en la Asamblea General de la ONU que la Pachamama es una diosa: “la Tierra no nos pertenece, sino que nosotros pertenecemos a la Tierra”.
Schneider concluye diciendo que el culto a la Pachamama es parte de una “agenda política precisa”, cuya meta es una revolución cultural que apoya el panteísmo, excluye la trascendencia de Dios y reemplaza a los hombres con la tierra como el centro del cosmos, para restringir derechos humanos en favor de los “derechos” de la Madre Tierra.
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