El judío Larry Silverstein compró el contrato de arrendamiento del World Trade Center 6 semanas antes del 11-S. Las torres tenían un problema de asbesto. El costo de remoción era más de lo que valían las torres. La aseguradora evaluó la cobertura de las torres en 1.500 millones de dólares. Pero el judío Silverstein dijo: "No, no son 1.500 millones. Valen 3.500 millones". Así que pidió pagar más seguro del necesario (nadie haría eso jamás). Sólo 6 semanas después ocurrió el 11-S. ¿Y adivinen qué? Entonces pudo alegar que impactaron dos torres y, por tanto, debería recibir el doble de 3.500 millones de dólares (7.000 millones). Después de demandar a la aseguradora recibió 4.550 millones.