Nuestra Señora de la Cristiandad – Argentina
Como está aconteciendo en todo el mundo, la Argentina padece en estos últimos años la agresión planificada desde los más altos niveles del Poder mundano que lleva adelante -a lo largo del planeta- no sólo un proceso de concentración de la riqueza, sino también de deshumanización y abolición del ser humano, necesario para poder “disfrutar en paz” del saqueo de los bienes que pertenece a los pueblos y al conjunto de la humanidad, no a una minoría hiper elitista y ultra minoritaria.
El ataque a la religión católica que la evangelización española trajo a América es una de las armas fundamentales que ese Poder humano ha utilizado en las últimas décadas para debilitar el alma cristiana del pueblo argentino que fue la base y el fundamento de la edificación de la comunidad nacional, desde antes de los inicios de su historia patria.
Lamentablemente, esa política anticristiana, antinacional y antipopular ha sido implantada, contra natura, en la sociedad argentina, gracias a la inteligente y perversa maniobra de infiltración de las distintas instancias estatales y gubernamentales que dirigen los destinos del país.
Pero como en otros distintos momentos históricos en la vida argentina, la Providencia Divina ha sabido “elegir a los débiles del mundo para confundir a los fuertes y a los que el mundo considera necios para confundir a los sabios”. Entre las muchas iniciativas de resistencia cristiana que gracias a Dios han nacido en nuestro país, varias de ellas en estado embrionario, se cuenta el Movimiento Nuestra Señora de la Cristiandad, un grupo independiente constituido por fieles católicos laicos que organizan anualmente una Peregrinación penitencial de tres días a la ciudad de Luján (Provincia de Buenos Aires), para contribuir a la restauración del espíritu de la Cristiandad en el país —según las posibilidades y siempre con el auxilio divino—, que ha dado a la Iglesia y al mundo tantos santos, héroes y defensores de la Fe, con la finalidad de reinstaurar el Orden Social Cristiano, sólo posible mediante el compromiso personal de “instaurar todo en Cristo” (según el famoso lema del papa Pío X).
Los próximos días 13, 14 y 15 de agosto se llevará a cabo la XIII Peregrinación anual en honor de Nuestra Señora de la Cristiandad, que partirá de la ciudad de Rawson (situada a 174 kilómetros al oeste de la ciudad de Buenos Aires) hasta el Santuario de la Ssma. Virgen de Luján, recorriendo 106 kilómetros.
El objetivo de la Peregrinación es impulsar la santificación del alma a través de las gracias pedidas a Nuestro Señor Jesucristo, por intercesión de la Santísima Virgen María, ofreciéndole las oraciones, sacrificios y mortificaciones durante los tres días de procesión.
Cada año, mediante las oraciones y sacrificios ofrecidos y a través de las gracias recibidas en la Santa Misa, los peregrinos piden a la Santísima Virgen María, la Inmaculada y Pura Concepción de Luján, Patrona de la Argentina, la restauración del orden Social Cristiano en la nación.
El fundamento sobre el que se sustenta esta empresa peregrina es el mismo que el de la vida cristiana: el Santo Sacrificio de la Misa. Es por eso que la devoción al Sacrificio Eucarístico de Jesucristo forma parte del apostolado de este Movimiento. En este sentido, durante la Peregrinación se busca resaltar y recordar los cuatro fines de la Misa:
a) la adoración, para honrar a Dios de la forma más conveniente;
b) la acción de gracias, para agradecer sus gracias inmensas y gratuitas;
c) la propiciación, por nuestros pecados y por las almas del purgatorio;
d) la súplica, por nuestras necesidades particulares y por las del mundo.
La Santa Misa se celebra en la forma tradicional del Rito Romano, el venerable rito establecido para toda la Iglesia por San Pío V en el siglo XVI y actualmente facilitado por la Constitución apostólica Summorum Pontificum de Benedicto XVI, según la cual “En la historia de la Liturgia hay crecimiento y progreso, pero ninguna ruptura. Lo que para las generaciones anteriores era sagrado, también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser improvisamente totalmente prohibido o incluso perjudicial. Nos hace bien a todos conservar las riquezas que han crecido en la fe y en la oración de la Iglesia y de darles el justo puesto” (Carta del Santo Padre
Benedicto XVI a los obispos, que acompaña la Carta Apostólica “Motu Proprio Data” Summorum Pontificum sobre el uso de la liturgia romana anterior a la reforma efectuada en 1970).
Al proceder de este modo, queda totalmente en claro la relación en armonía íntima y profunda de la necesidad de restaurar el Orden Social Cristiano por medio de las innumerables gracias que se reciben en la Santa Misa.
Los organizadores calculan que este año concurrirán 1.500 peregrinos, los cuales provienen de todo el país, unos 30 grupos.
El último día, el 15 de agosto -Conmemoración de la Asunción de María- se realizará a las 11 horas un homenaje a los caídos y veteranos de la Guerra de Malvinas (1982) en Jáuregui, localidad cercana a Luján, y en la Basílica del santuario de Luján se rezará el Rosario y se llevará a cabo la Adoración al Santísimo Sacramento.
Por último, hay que resaltar que son tres los Patronos bajo cuyo amparo se encuentra el Movimiento Nuestra Señora de la Cristiandad: la Virgen de Luján, San José y San Miguel Arcángel.
San José San Miguel Arcángel
Todo aquél que lo desee y quiera puede participar en la Peregrinación que se llevará a cabo este año del 13 al 15 de agosto, ya sea en forma presencial activa, aportando una ayuda económica, colaborando en distintas tareas de voluntariado o acercando donaciones materiales.
Quienes quieran ponerse en contacto con la iniciativa pueden escribir al correo electrónico ns.cristiandad@gmail.com, o pueden ingresar al sitio web Inicio | nscristiandad para conocer más detalles.