Sodoma Supplicans: Es una blasfemia "bendecir" el pecado - Cardenal Müller
Los sacerdotes pueden negarse en conciencia a realizar bendiciones homosexuales, dijo el cardenal Müller a LaVerita.info el 27 de diciembre [pero si lo hacen, serán liquidados por sus respectivos obispos].
- Cualquier actividad sexual fuera de un matrimonio válido entre un hombre y una mujer es objetivamente un pecado grave que excluye del Reino de los Cielos hasta que haya arrepentimiento y perdón.
- Bendecir el pecado en lugar del pecador es una blasfemia.
- Alguien debió estudiar con mucho cuidado la obra de Aristóteles Sobre las refutaciones sofísticas para distinguir en la teoría y en la práctica entre la bendición de "dos personas" en unión ilícita y la "unión ilegítima" de esas personas.
- Por razones de conciencia, un sacerdote puede negarse a "bendecir" uniones ilegítimas, pues de lo contrario corre el grave riesgo de acostumbrarse al pecado (Gaudium et spes, 16).
- No podemos bendecir irracionalmente el mal simplemente porque se le puedan asociar efectos positivos. Un ejemplo: El hecho de que el bombardeo atómico de Hiroshima pusiera fin a la guerra no lo convierte en bueno.
- La propaganda homosexual no tiene nada que ver con el bienestar psicológico y la salvación eterna de quienes se sienten justificados por ella.
Imagen: Gerhard Ludwig Müller© Mazur/cbcew.org.uk, CC BY-NC-ND, Traducción IA
- Cualquier actividad sexual fuera de un matrimonio válido entre un hombre y una mujer es objetivamente un pecado grave que excluye del Reino de los Cielos hasta que haya arrepentimiento y perdón.
- Bendecir el pecado en lugar del pecador es una blasfemia.
- Alguien debió estudiar con mucho cuidado la obra de Aristóteles Sobre las refutaciones sofísticas para distinguir en la teoría y en la práctica entre la bendición de "dos personas" en unión ilícita y la "unión ilegítima" de esas personas.
- Por razones de conciencia, un sacerdote puede negarse a "bendecir" uniones ilegítimas, pues de lo contrario corre el grave riesgo de acostumbrarse al pecado (Gaudium et spes, 16).
- No podemos bendecir irracionalmente el mal simplemente porque se le puedan asociar efectos positivos. Un ejemplo: El hecho de que el bombardeo atómico de Hiroshima pusiera fin a la guerra no lo convierte en bueno.
- La propaganda homosexual no tiene nada que ver con el bienestar psicológico y la salvación eterna de quienes se sienten justificados por ella.
Imagen: Gerhard Ludwig Müller© Mazur/cbcew.org.uk, CC BY-NC-ND, Traducción IA