En el nombre del Señor, que puede hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o imaginarnos, sea alabado ahora y para siempre. Amén.
Escribo esta carta, con toda la alegría y agradecimiento de mi corazón, a los benefactores del Centro Académico Romano Fundación. Gracias por la continua e implacable asistencia que me ha permitido realizar mis estudios aquí, en la Ciudad Eterna de Roma. Resulta un gran privilegio ser uno de los beneficiarios de este maravilloso e inspirador apostolado, algo que el Señor nunca dejará de recompensar.
Mi nombre es Centus Muoghalu, soy un seminarista de la archidiócesis católica de Onitsha, en Nigeria. Me encuentro estudiando el segundo año de Teología, y durante este tiempo han tenido lugar diversos eventos muy relevantes para mí. El primero fue la Beatificación de D. Álvaro del Portillo. Esto me permitió viajar a Madrid (España), lo que supuso una gran experiencia espiritual, en la que mi vocación quedó reforzada.
El segundo acontecimiento fue el 14 de diciembre de 2014, cuando fui instituido como Lector, para poder proclamar la Palabra de Dios durante la celebración de la Liturgia. Rezo porque el Espíritu Santo me guíe, inspire y mantenga fiel en mi vocación.
Para finalizar, deseo que El Señor les siga bendiciendo, guíe y dirija siempre. Cuenten con mi incesante oración por ustedes.
