“He sido muy claro: el aborto es un homicidio y no es lícito ser cómplice”, dijo Francisco a un grupo de profesionales médicos el 14 de octubre.
Francisco debería decir estas cosas a los políticos con sus leyes que obligan a los trabajadores médicos a participar en los abortos. Pero Francisco hace recaer el peso en los simples farmacéuticos y médicos que, según él, deben permanecer atentos a “los medicamentos que pueden convertirse en veneno”, añadiendo que “ustedes están siempre al servicio de la vida humana, y esto puede llevar, en ciertos casos, a la objeción de conciencia, que no es una deslealtad, sino todo lo contrario”. Francisco no es conocido por ponerse del lado de los objetores de conciencia.
Hace menos de un mes, dijo a los periodistas que “el aborto es un asesinato”. Sin embargo, el 9 de octubre, un Francisco sonriente recibió con un lenguaje corporal inequívoco a la despiadada Nancy Pelosi, extendiendo para ella una alfombra de color rojo sangre.
Al igual que durante su …Más