Documento de trabajo del Sínodo: Ministerio femenino para predicar, bautizar y celebrar bodas - Aún sin ordenación
Fue compilado por un grupo de veinte "expertos" y "teólogos" sinodales elegidos a dedo. Sorprendentemente, se evitan los llamados temas candentes.
La cuestión homosexual no se aborda directamente. El texto sólo habla de acoger a las personas que "se sienten rechazadas", excluidas o al margen de la Iglesia y "que luchan por su pleno reconocimiento" [por ejemplo, los católicos].
Se advierte a los participantes de que no habrá debate en octubre sobre la ordenación [inválida] de diaconisas.
Sin embargo, el texto inventa "un llamamiento para que hombres y mujeres laicos adecuadamente formados contribuyan a la proclamación de la Palabra de Dios, incluso en la celebración de la Eucaristía", abusos que se introdujeron en muchos países hace ya décadas.
Menciona regulaciones en la Iglesia que permiten a los laicos bautizar o asistir a bodas en circunstancias excepcionales [que se han convertido desde hace tiempo en la norma en Europa Occidental y América]. "Es útil seguir reflexionando sobre cómo confiar estos ministerios a los laicos de forma más estable".
Los elementos clave del texto tratan de la vida eclesiástica y la jerarquía en línea con la cortina de humo de la "sinodalidad", incluyendo más "gobierno laico".
Sostiene que "la práctica de la sinodalidad es la forma en que renovamos hoy nuestro compromiso con esta misión". El concepto elástico de "sinodalidad" se describe incluso como "una expresión de la naturaleza de la Iglesia [de Francisco]".
El objetivo es considerar cómo las estructuras eclesiásticas pueden fomentar una mayor "participación". Se busca un espacio para la "diversidad legítima" [= desintegración] entre las iglesias locales. El término "iglesias" se utiliza en plural, mientras que Cristo fundó una sola iglesia.
Se proponen cambios en el derecho canónico. El documento "no espera una respuesta a todas las preguntas" ("puede haber desarrollos más significativos y profundos a medida que la propuesta básica sea más asimilada y vivida").
Al mismo tiempo, el documento promete cambios visibles: "Sin cambios concretos, la visión de una iglesia sinodal no será creíble, y esto alejará a los miembros del pueblo de Dios que han sacado fuerza y esperanza de la vía sinodal".
Resumiendo: El escenario está preparado para una "sinodalidad" permanente, que convertirá a la Iglesia en una organización paraguas al estilo anglicano, sin contenido. Pero el autoritarismo monolítico de Francisco permanecerá, y los católicos seguirán siendo excluidos.
Traducción IA
