Mentiras increíbles: cómo Francisco engañó al cardenal Ambongo
La pieza de propaganda homosexual Fiducia Supplicans "causó una onda expansiva en África", dijo el cardenal Ambongo. Incluso otras confesiones cristianas le llamaron: "Contamos con la Iglesia católica para oponernos a esta ideología. Ahora, sois los primeros en permitir la bendición de concubinas homosexuales".
El Cardenal recogió las declaraciones de todas las conferencias episcopales africanas y las resumió. Después voló a Roma durante tres días para reunirse con Francisco.
Compartió sus preocupaciones con un secretario de Francisco y luego fue recibido por Francisco el mismo día.
Obviamente, Ambongo se dejó engañar por las manipulaciones de Francisco. Un ingenuo Ambongo recuerda: "Francisco era muy triste (sic). Debo decir que fue el primero en sufrir todas las reacciones que llegaron de todo el mundo. Sufre por ello porque es un ser humano. No le hace feliz".
Ambongo llegó entonces a un acuerdo con Francisco: "Le dije que la solución a este problema ya no es enviarnos documentos con definiciones teológicas o filosóficas de las bendiciones. A la gente no le interesa eso". Pidió a Francisco una declaración "que calmara los ánimos de los fieles".
Francisco llamó entonces al desafortunado Tucho Fernández. Al día siguiente, el cardenal Ambongo y Tucho se sentaron con una mecanógrafa en el Dicasterio para la Destrucción de la Fe. Juntos, Tucho y el cardenal Ambongo prepararon un documento contra el "Sodoma Supplicans" de Tucho.
Mientras lo mecanografiaban, no dejaban de llamar a Francisco para preguntarle si estaba de acuerdo con la redacción. El documento fue firmado por ambos, Ambongo y Tucho. Se titula: "No a la bendición de parejas homosexuales en las iglesias católicas" (sic).
Traducción IA
