Funeral de Benedicto XVI: Santo ya
La multitud comenzó a rezar el rosario. El féretro llevaba el escudo papal de Benedicto XVI. Sobre el féretro se colocó un Evangeliario.
Decenas de miles de personas acudieron, pero la Plaza de San Pedro no estaba llena. Diez años de Francisco han erosionado profundamente la Iglesia. 125 cardenales y más de 3.700 sacerdotes copresidieron. El cardenal Zen asistió al funeral después de que China liberara su pasaporte durante cinco días.
Francisco fue llevado a la mesa del Novus Ordo en silla de ruedas. Utilizó el báculo de Benedicto y “presidió” el funeral mientras el cardenal Re actuaba detrás de la mesa - una división del trabajo posible para el Novus Ordo (donde todo vale) pero impensable para una liturgia católica.
La homilía de Francisco fue breve y apropiada. Mencionó los documentos de Benedicto e incluso sus virtudes: “Benedicto, fiel amigo del Esposo, que tu alegría sea completa al escuchar su voz ahora y siempre”, canonizó Francisco a su predecesor.
En la Comunión, los presentes la tomaron con las manos, a pesar de que Benedicto había prohibido este abuso en el Vaticano. En un caso, la retransmisión en directo mostró cómo se negaba la Comunión a un creyente (vídeo a continuación).
Al final, cuando el féretro fue llevado de vuelta a la Plaza de San Pedro, cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y el pueblo aplaudieron - otro abuso indecoroso en el Novus Ordo. La multitud coreaba “Santo ya”. La santidad es barata en la Iglesia conciliar.
#newsLhlhnnhuyn
00:12
