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31 de mayo: "Día de oración y reparación por el asesinato y el abuso de los infantes concebidos

El movimiento provida "Vida Humana Internacional" inaugura el 31 de mayo "Un Día de Oración y Reparación por el asesinato y el abuso de los infantes concebidos". La oración fue escrita por el padre Shenan J. Boquet. Es contra la "masacre" del aborto y la explotación de los niños no nacidos mediante la extracción de sus tejidos y partes del cuerpo.

Oración de reparación por el asesinato y el abuso de los infantes concebidos

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Vos sois el único e indivisible principio para la creación de la vida humana. Desde el primer instante, cada alma humana lleva estampada Vuestra imagen. Ante la mirada de vuestra Divina Majestad, la humanidad, hoy día, carga con la indecible culpa del genocidio de los concebidos, instigado por Satanás. “Este era homicida desde el principio”; mas el maligno no se satisface con solamente destruir la vida humana naciente, sino que inflige indignidades adicionales mediante la explotación y comercialización de las células y partes de los cuerpos de los niños concebidos asesinados, difundiendo, de esa manera, la cultura de la muerte en proporciones inimaginables.

Dios compasivo, os hemos ofendido muy gravemente. Ayúdanos a enmendar nuestras vidas, mediante actos de penitencia y reparación por los múltiples crímenes contra la vida. Ayúdanos a poder convertir los corazones y las mentes, y cambiar las leyes, para que se respete, se ame, y se rinda servicio a favor de la dignidad humana. Ayúdanos a poner fin al asesinato industrializado de los niños concebidos, cuyos cuerpos son sometidos al abuso, son tratados como mercancía, son tirados a la basura, y a quienes les es denegado el respeto que se les debe como a cualquier otra persona. Ayúdanos a dar testimonio, de modo valiente, del incomparable valor y santidad que posee cada infante concebido.

Por medio de María, Madre de Dios, y por la intercesión de Santa Isabel y San Juan Bautista, unido a la inagotable fuerza expiatoria del sacrificio redentor de Cristo, presento, ante Vuestra Majestad, este acto de reparación. Con corazón contrito y con espíritu humilde, me presento ante Vos, O Dios, y os ofrezco mis actos de penitencia y reparación por estos pecados, por los cuales se eleva un clamor al cielo. Humildemente, os pido que mi súplica sea atendida, y que tengáis misericordia de nosotros. Amén.

Rezar un Padre Nuestro, Ave, María, y Gloria.

María Madre de Dios, Santa Isabel, y San Juan Bautista, rogad por nosotros.
jamacor
Ana Luisa M.R
EN LUGAR DE DECIR SIMPLEMENTE "MARÍA" DIGAMOS LA "SANTISIMA VIRGEN MARÍA" ACUERDATE LOS ENEMIGOS EN LA IGLESIA AL RATO LE QUITAN EL DOGMA DE LA VIRGINIDAD PERPETUA....COMO DICE APOCALIPSIS 12 EL DEMONIO SIMPRE CONTRA LA MADRE DE DIOS...
Advocata
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