Cardenal Ladaria sobre el Sínodo alemán: “Hay que cambiar todo”
Proclamó a los alemanes la obviedad de que la sexualidad humana “no está libre de ambivalencias” y expresó el deseo de que su Sínodo tuviera más confianza en la “visión” sobre la sexualidad que el Magisterio [decadente] ha desarrollado “en las últimas décadas”.
En términos hiperbólicos, afirmó que la preservación del “carácter constitutivo receptor y transmisor de vida del hombre” era una de las grandes “tareas proféticas” de los fieles en este tiempo de “comercialización progresiva de la existencia humana”.
El Sínodo, dijo, presenta a la Iglesia “como una organización estructuralmente abusiva” que “debe ser puesta bajo el control de los superintendentes lo antes posible” y cree que la dignidad de las mujeres en la Iglesia “no se respeta” porque Cristo reservó el sacerdocio a los hombres.
Al obrar así, el Sínodo olvida lo que dice el Vaticano II sobre los obispos y la sucesión apostólica.
No es posible equiparar la tarea “delicada y decisiva” de los obispos en la Iglesia con otros oficios en la Iglesia, por ejemplo, los de “teólogos” y “expertos” en otras ciencias, advirtió Ladaria.
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