Escándalo de blasfemia: Primera reacción de la Archidiócesis de Chicago - ¿y después?
El correo electrónico criticaba una "perversión pública" y estaba dirigido a la Oficina de Asuntos Canónicos de la archidiócesis: "Esto no es nada menos que una vergüenza pública y el orden de la justicia exige una respuesta firme no sólo de su oficina sino de la oficina del cardenal Cupich", escribió el autor del correo electrónico.
La queja original no mencionaba la fecha del incidente. La respuesta vino del reverendo Daniel Andree, vicario judicial. Escribió que el correo electrónico era "la primera noticia que hemos recibido de algo que tuvo lugar el 22 de abril".
Obedientemente, el reverendo Andree informó de que "he tomado nota de las fuentes y he iniciado el proceso para dar una respuesta adecuada", y dio las gracias "por informarnos, que a menudo es la única forma que tenemos de enterarnos de lo que ocurre 'en la calle'" - como si los funcionarios diocesanos no pasaran la mayor parte de su tiempo navegando por Internet.
Está claro que el responsable, el reverendo Joseph Williams, no debe temer ninguna sanción.
Traducción IA
