Francisco vuelve a caer en su obsesión por la “rigidez”
Advirtió a los obispos de los errores en la formación de los seminaristas, cayendo de nuevo en su obsesión por la “rigidez” y diciendo que “hemos visto, con frecuencia, seminaristas que parecen buenos, pero que son rígidos. La rigidez no es de un buen espíritu; detrás de esa rigidez hay algunos problemas grandes”. El propio Francisco es un relativista rígido.
Advirtió sobre la aceptación de seminaristas que fueron rechazados en otro lugar, recordando que la Congregación para el Clero ha alertado a los obispos sobre este problema.
Después, Francisco observó que el Sínodo italiano debe comenzar en las raíces con “la parroquia más pequeña, la institución diocesana más pequeña” y ser “de abajo hacia arriba”. Las bases católicas se están secando dramáticamente en Italia.
En un momento dado, Francisco preguntó al cardenal de Perugia que preside la Conferencia Episcopal, Gualtiero Bassetti, si había periodistas presentes. Bassetti negó y Francisco dijo: “Entonces, ahora puedo hablar libremente”. Sin embargo, sin que Francisco lo supiera (¿y Bassetti?), la reunión fue retransmitida en directo, y la emisión continuó durante un par de minutos más.
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