ADRIAN RIVERA
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En el siglo XIX el 3% se divorciaba, antes tal vez casi nadie se divorciaba, ahí están los ejemplos de santa Mónica y santa Rita de casia dónde sus maridos eran unas fichitas. Antes se estudiaba …Más
En el siglo XIX el 3% se divorciaba, antes tal vez casi nadie se divorciaba, ahí están los ejemplos de santa Mónica y santa Rita de casia dónde sus maridos eran unas fichitas.

Antes se estudiaba muchísimo más y en todos lados la religión católica y era mal visto que no te casarás y más en las mujeres.

Ahora en pleno siglo XXI el 35% se casa por la iglesia católica, dónde casi ya no hay educación católica, no se entiende y se divorcian a través de la anulación del matrimonio casi casi porque te huelen los pies.

Puros matrimonios civiles y arrejuntados, que es lo mismo de vivir fornicando y viviendo en pecado mortal.

Antes se formaban para una iglesia doméstica, para buscar la santidad, ahora ya no, estamos peor que Sodoma y Gomorra y no nos damos cuenta.

Las almas caen al infierno por vivir su regalada gana a su manera y no a la manera de Dios.

Antes temían divorciarse porque se casaban por el sacramento y luego por su esposa o esposo, ya que " Lo que Dios unió que no lo separe el hombre ".

Antes era Dios el primer lugar en nuestras vidas, ahora es el último, no hay ya fé en las sagradas escrituras, se enseña pura paja, doctrinas humanistas e integrales que afectan la vida del alma que se debe espiritualizar.

Pensamos y sentimos como animales sin Espíritu, llenos de ansias por satisfacer nuestras instintos humanos sin importarnos la vida espiritual.