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La Barbarie troglodita. Por José Arturo Quarracino

El NUEVO ORDEN MUNDIAL y la Barbarie troglodita Nunca antes la humanidad experimentó un desarrollo material -económico, científico y tecnológico- como el alcanzado en las últimas décadas, pero en un …Más
El NUEVO ORDEN MUNDIAL y la Barbarie troglodita
Nunca antes la humanidad experimentó un desarrollo material -económico, científico y tecnológico- como el alcanzado en las últimas décadas, pero en un contexto cultural y espiritual que se asemeja a la barbarie de la era troglodita, con un genocidio que jamás conoció la historia, el de los niños por nacer. Un mundo que produce bienes y servicios por billones de dólares, sobre la base de 73 millones de asesinados inocentes e indefensos.
Existen numerosos testimonios históricos que confirman el sacrificio de niños que practicaron las grandes civilizaciones de la Antigüedad y en la Edad Media en Medio Oriente, en Fenicia y Cartago, en la Arabia preislámica, en África (hasta en la época moderna). En general, la finalidad de dicha práctica era complacer o apaciguar a alguna deidad o deidades, o bien a seres sobrenaturales, para conseguir un resultado deseado. Con el mencionado sacrificio, los ejecutores mostraban su devoción a ese poder divino …Más
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Voy a lo esencial Quarracino: su condena al abominable crimen del aborto, que comparto. Pero no creo que aborto sea necesario a ningún plan económico, en realidad es un ataque a la economía y principalmente a la paz en el mundo parafraseando a la Santa Teresa de Culcuta. El aborto hunde sus raíces en lo meta económico: la cultura de la muerte, descrita y condenada en voz alta por Juan Pablo Magno …Más
Voy a lo esencial Quarracino: su condena al abominable crimen del aborto, que comparto. Pero no creo que aborto sea necesario a ningún plan económico, en realidad es un ataque a la economía y principalmente a la paz en el mundo parafraseando a la Santa Teresa de Culcuta. El aborto hunde sus raíces en lo meta económico: la cultura de la muerte, descrita y condenada en voz alta por Juan Pablo Magno en la actualidad pero antes bien encuadrada en la maravillosa Didajé. Saludos en Jesucristo.
Marcelo Fernando de Argentina
Muy buen articulo