PAZ, AMOR Y CELO APOSTÓLICO EN LOS S.S. C.C. DE JESÚS Y MARÍA
Queridos hermanos L.A.U.T.:
Como todos sabéis el Padre Esteban Gobbi recibe locuciones y mensajes de la Santísima Virgen María desde el día 7 de Julio de 1.973.
A lo largo de estos casi 23 años la Virgen le ha transmitido mensajes de mucha importancia, trascendencia, y de un contenido místico y espiritual que no dejan lugar a duda que …Más
PAZ, AMOR Y CELO APOSTÓLICO EN LOS S.S. C.C. DE JESÚS Y MARÍA
Queridos hermanos L.A.U.T.:
Como todos sabéis el Padre Esteban Gobbi recibe locuciones y mensajes de la Santísima Virgen María desde el día 7 de Julio de 1.973.
A lo largo de estos casi 23 años la Virgen le ha transmitido mensajes de mucha importancia, trascendencia, y de un contenido místico y espiritual que no dejan lugar a duda que son de origen Divino. Su doctrina lo corrobora.
Esta Secretaría General os ha enviado a todos algunos de los mensajes más importantes que la virgen ha dado a la humanidad. El último fué el de fecha 5 de Diciembre de 1.994. Pues bien, continuando en esta linea de información al respecto, esta Secretaría se siente en la obligación de transmitiros unos fragmentos del mensaje más importante y transcendental que el Padre Esteban Gobbi ha recibido de la Santísima Virgen. Fijaos si es importante, que a juício de mi humilde persona se trata ni más ni menos que del texto tan celosamente guardado por el Vaticano del TERCER MENSAJE DE FÁTIMA.
Consta de tres profecías completamente distintas. Dos de ellas son terribles:
1. Fátima (Portugal), 11 de Marzo de 1.995.
HABLA LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:
"Por esto hoy, en el mismo lugar donde me aparecí, quiero manifestaros mi secreto.
Mi secreto concierne a la Iglesia.
En la Iglesia se llevará a cabo la gran APOSTASÍA, que se dinfundirá por todo el mundo; EL CISMA SE REALIZARÁ EN EL GENERAL ALEJAMIENTO DEL EVANGELIO Y DE LA VERDADERA FE.
En ella entrará el hombre de iniquidad, que se opone a Cristo, y que llevará a su interior la abominación de la desolación (el Anticristo se sentará en la misma SILLA DE PEDRO en el Vaticano), dando así cumplimiento al horrible sacrilegio, del cual habló el profeta Daniel (Mat. 24,15)."