Mons Schneider está equivocado. Porque el Magisterio de la Iglesia es quien ha declarado invalida y nula la elección de un hereje como papa como medida preventiva contra la abominación de la desolación.
Bula Acerca del peligro de autoridades heréticas.
Desde el 15 de febrero de 1559Que nos explique el Obispo Schneider desde cuando esta hablando porque antiguamente los papas no eran elegidos por conclaves tampoco es valido el argumento que dan Mons. Schneider de la obediencia a un hereje como papa de hecho los antipapas no se convirtieron mágicamente en papa aunque fueron obedecedidos mientras usurparon el papado.
6. Nulidad de todas las promociones o elevaciones de desviados en la Fe.Agregamos que si en algún tiempo aconteciese que un Obispo, incluso en función de Arzobispo, o de Patriarca, o Primado; o un Cardenal, incluso en función de Legado, o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al Cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la Fe Católica, o hubiese caído en herejía. o incurrido en cisma, o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los Cardenales,
es nula, inválida y sin ningún efecto; y de ningún modo puede considerarse que tal asunción haya adquirido validez, por aceptación del cargo y por su consagración, o por la subsiguiente posesión o cuasi posesión de gobierno y administración, o por la misma entronización o adoración del Pontífice Romano, o
por la obediencia que todos le hayan prestado, cualquiera sea el tiempo transcurrido después de los supuestos antedichos. Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna de sus partes, y no será posible considerar que se ha otorgado o se otorga alguna facultad de administrar en las cosas temporales o espirituales a los que son promovidos, en tales circustancias, a la dignidad de obispo, arzobispo, patriarca o primado, o a los que han asumido la función de Cardenales, o de Pontífice Romano, sino que por el contrario todos y cada uno de los pronunciamientos, hechos, actos y resoluciones y sus consecuentes efectos carecen de fuerza, y no otorgan ninguna validez, y ningún derecho a nadie.