El Mesías ungido con el Espíritu Santo: 1. La misión completa del Mesías se lleva a cabo a través de la plenitud del Espíritu Santo, que el Mesías recibió tanto para el Pueblo de Dios elegido como …Más
El Mesías ungido con el Espíritu Santo:
1. La misión completa del Mesías se lleva a cabo a través de la plenitud del Espíritu Santo, que el Mesías recibió tanto para el Pueblo de Dios elegido como para toda la humanidad. El término "Mesías" significa literalmente "Cristo", es decir, "ungido", y en el contexto de la historia de salvación, significa "ungido con el Espíritu Santo". Siguiendo la tradición profética del Antiguo Testamento, Simón Pedro mencionó cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y poder.
2. Para comprender mejor estas palabras, es útil referirse a la profecía de Isaías, a veces denominada "el quinto evangelio" o "el evangelio del Antiguo Testamento". Isaías prevé la llegada de una figura misteriosa, que la revelación del Nuevo Testamento identificará con Jesús, y vincula la persona y su misión con una acción especial del Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor. En este sentido, la profecía de Isaías dice que un descendiente del linaje de Jesé surgirá y el espíritu del Señor reposará sobre él, brindándole sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, conocimiento y temor del Señor.
3. Este texto es fundamental para toda la pneumatología del Antiguo Testamento porque crea un puente entre el antiguo concepto bíblico de "espíritu", entendido principalmente como "aliento carismático", y el "Espíritu" como persona y don, un regalo para la persona. El Mesías, de la línea de David ("del tronco de Jesé"), es la persona sobre la que "reposará" el Espíritu del Señor.
4. Aún en este contexto, no podemos hablar explícitamente de la revelación del Paráclito. Sin embargo, con esa referencia velada a la figura del futuro Mesías, se abre una vía para preparar la plena revelación del Espíritu Santo en la unidad del misterio trinitario, que se manifestará finalmente en la Nueva Alianza.
5. El Mesías es, de hecho, esa vía. En la Antigua Alianza, la unción era un símbolo externo del don del Espíritu. El Mesías, más que cualquier otra figura ungida en la Antigua Alianza, es el Ungido supremo por Dios mismo. Es el Ungido en el sentido de que posee la plenitud del Espíritu de Dios y será el mediador al conceder este Espíritu a todo el Pueblo.
6. Según el libro de Isaías, el Ungido y el Enviado con el Espíritu del Señor es también el Siervo escogido del Señor, sobre quien se posa el Espíritu de Dios. Se sabe que este Siervo del Señor es presentado como el verdadero hombre de dolores, el Mesías que sufre por los pecados del mundo. Sin embargo, su misión traerá verdaderos frutos de salvación para toda la humanidad.
7. Los textos proféticos mencionados deben ser leídos a la luz del Evangelio, así como el Nuevo Testamento recibe una particular clarificación por la admirable luz contenida en estos textos del Antiguo Testamento. El profeta presenta al Mesías como el que viene por el Espíritu Santo, el que posee la plenitud de este Espíritu en sí mismo y, al mismo tiempo, para los demás, para Israel, para todas las naciones y para toda la humanidad.
8. Es importante enfatizar que el "Espíritu del Señor", que "reposará" sobre el futuro Mesías, es en primer lugar un don de Dios para la persona de ese Siervo del Señor. Aunque en los textos de Isaías la acción salvífica del Mesías, el Siervo del Señor, implica la acción del Espíritu que se manifiesta a través de él, en el contexto del Antiguo Testamento no se sugiere la distinción de los sujetos o de las personas divinas, como existen en el misterio trinitario y son reveladas más tarde en el Nuevo Testamento. En Isaías, así como en el resto del Antiguo Testamento, la personalidad del Espíritu Santo está totalmente "oculta": oculta en la revelación del único Dios, así como en el anuncio del futuro Mesías.
SUSTENTACIÓN BÍBLICA:
1. **La misión completa del Mesías a través del Espíritu Santo:** Según Hechos 10:38, Simón Pedro declara: "Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder". Esta unción marca el inicio de la misión del Mesías, lleno del Espíritu Santo para servir al pueblo de Dios y a toda la humanidad.
2. **La profecía de Isaías sobre el Mesías:** Isaías 11:1-2 dice: "Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor". Estos versículos profetizan la venida del Mesías y su unción con el Espíritu de Dios.
3. **El Mesías como puente entre el antiguo y el nuevo entendimiento del Espíritu:** Mientras que el Antiguo Testamento a menudo describe el espíritu como un "aliento carismático" (Génesis 1:2), la venida del Mesías predicha en Isaías 11:1-2 representa un cambio hacia la comprensión del Espíritu como una persona y un don para la persona.
4. **La revelación del Espíritu Santo en la Nueva Alianza:** Con la venida del Mesías, se espera la revelación del Espíritu Santo como parte integral de la Trinidad. Aunque esta revelación completa no ocurre en el Antiguo Testamento, se anticipa en las profecías sobre el Mesías, como en Isaías 11:1-2.
5. **El Mesías como el Ungido supremo:** En la Antigua Alianza, la unción era un símbolo del don del Espíritu. Pero el Mesías es el gran Ungido, que posee la plenitud del Espíritu de Dios, como está profetizado en Isaías 61:1: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres".
6. **El Mesías como el Siervo elegido:** En Isaías 42:1 se predice que el Mesías, el Ungido, será el Siervo escogido del Señor, sobre quien reposa el Espíritu de Dios: "He aquí a mi siervo a quien sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él".
7. **Los textos proféticos leídos a la luz del Evangelio:** El Evangelio y el Nuevo Testamento en su conjunto aportan una nueva luz a las profecías del Antiguo Testamento, y viceversa. Por ejemplo, Juan 1:45 dice: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret".
8. **La personalidad del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento:** Aunque el Espíritu Santo es "oculto" en el Antiguo Testamento, Isaías 42:1, entre otros textos, anticipa la distinción entre las personas divinas que se revelará en la Nueva Alianza.
RESUMEN:
El Mesías, lleno del Espíritu Santo, fue enviado para servir al pueblo de Dios y a toda la humanidad, según Hechos 10:38. Su venida y misión fueron profetizadas en Isaías 11:1-2, indicando una nueva comprensión del Espíritu, no solo como un "aliento carismático", sino también como una persona y un don. Estas profecías establecen un puente hacia la revelación del Espíritu Santo en la Trinidad en la Nueva Alianza. El Mesías es presentado como el Ungido supremo, el portador de la plenitud del Espíritu de Dios (Isaías 61:1), y el Siervo Elegido del Señor (Isaías 42:1). El Nuevo Testamento aporta una nueva luz a estas profecías del Antiguo Testamento, mostrando la distinción entre las personas divinas. Finalmente, aunque el Espíritu Santo está "oculto" en el Antiguo Testamento, las profecías apuntan hacia su plena revelación en el misterio trinitario de la Nueva Alianza.
1. La misión completa del Mesías se lleva a cabo a través de la plenitud del Espíritu Santo, que el Mesías recibió tanto para el Pueblo de Dios elegido como para toda la humanidad. El término "Mesías" significa literalmente "Cristo", es decir, "ungido", y en el contexto de la historia de salvación, significa "ungido con el Espíritu Santo". Siguiendo la tradición profética del Antiguo Testamento, Simón Pedro mencionó cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y poder.
2. Para comprender mejor estas palabras, es útil referirse a la profecía de Isaías, a veces denominada "el quinto evangelio" o "el evangelio del Antiguo Testamento". Isaías prevé la llegada de una figura misteriosa, que la revelación del Nuevo Testamento identificará con Jesús, y vincula la persona y su misión con una acción especial del Espíritu de Dios, el Espíritu del Señor. En este sentido, la profecía de Isaías dice que un descendiente del linaje de Jesé surgirá y el espíritu del Señor reposará sobre él, brindándole sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, conocimiento y temor del Señor.
3. Este texto es fundamental para toda la pneumatología del Antiguo Testamento porque crea un puente entre el antiguo concepto bíblico de "espíritu", entendido principalmente como "aliento carismático", y el "Espíritu" como persona y don, un regalo para la persona. El Mesías, de la línea de David ("del tronco de Jesé"), es la persona sobre la que "reposará" el Espíritu del Señor.
4. Aún en este contexto, no podemos hablar explícitamente de la revelación del Paráclito. Sin embargo, con esa referencia velada a la figura del futuro Mesías, se abre una vía para preparar la plena revelación del Espíritu Santo en la unidad del misterio trinitario, que se manifestará finalmente en la Nueva Alianza.
5. El Mesías es, de hecho, esa vía. En la Antigua Alianza, la unción era un símbolo externo del don del Espíritu. El Mesías, más que cualquier otra figura ungida en la Antigua Alianza, es el Ungido supremo por Dios mismo. Es el Ungido en el sentido de que posee la plenitud del Espíritu de Dios y será el mediador al conceder este Espíritu a todo el Pueblo.
6. Según el libro de Isaías, el Ungido y el Enviado con el Espíritu del Señor es también el Siervo escogido del Señor, sobre quien se posa el Espíritu de Dios. Se sabe que este Siervo del Señor es presentado como el verdadero hombre de dolores, el Mesías que sufre por los pecados del mundo. Sin embargo, su misión traerá verdaderos frutos de salvación para toda la humanidad.
7. Los textos proféticos mencionados deben ser leídos a la luz del Evangelio, así como el Nuevo Testamento recibe una particular clarificación por la admirable luz contenida en estos textos del Antiguo Testamento. El profeta presenta al Mesías como el que viene por el Espíritu Santo, el que posee la plenitud de este Espíritu en sí mismo y, al mismo tiempo, para los demás, para Israel, para todas las naciones y para toda la humanidad.
8. Es importante enfatizar que el "Espíritu del Señor", que "reposará" sobre el futuro Mesías, es en primer lugar un don de Dios para la persona de ese Siervo del Señor. Aunque en los textos de Isaías la acción salvífica del Mesías, el Siervo del Señor, implica la acción del Espíritu que se manifiesta a través de él, en el contexto del Antiguo Testamento no se sugiere la distinción de los sujetos o de las personas divinas, como existen en el misterio trinitario y son reveladas más tarde en el Nuevo Testamento. En Isaías, así como en el resto del Antiguo Testamento, la personalidad del Espíritu Santo está totalmente "oculta": oculta en la revelación del único Dios, así como en el anuncio del futuro Mesías.
SUSTENTACIÓN BÍBLICA:
1. **La misión completa del Mesías a través del Espíritu Santo:** Según Hechos 10:38, Simón Pedro declara: "Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder". Esta unción marca el inicio de la misión del Mesías, lleno del Espíritu Santo para servir al pueblo de Dios y a toda la humanidad.
2. **La profecía de Isaías sobre el Mesías:** Isaías 11:1-2 dice: "Saldrá un vástago del tronco de Jesé, y un retoño de sus raíces brotará. Reposará sobre él el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor". Estos versículos profetizan la venida del Mesías y su unción con el Espíritu de Dios.
3. **El Mesías como puente entre el antiguo y el nuevo entendimiento del Espíritu:** Mientras que el Antiguo Testamento a menudo describe el espíritu como un "aliento carismático" (Génesis 1:2), la venida del Mesías predicha en Isaías 11:1-2 representa un cambio hacia la comprensión del Espíritu como una persona y un don para la persona.
4. **La revelación del Espíritu Santo en la Nueva Alianza:** Con la venida del Mesías, se espera la revelación del Espíritu Santo como parte integral de la Trinidad. Aunque esta revelación completa no ocurre en el Antiguo Testamento, se anticipa en las profecías sobre el Mesías, como en Isaías 11:1-2.
5. **El Mesías como el Ungido supremo:** En la Antigua Alianza, la unción era un símbolo del don del Espíritu. Pero el Mesías es el gran Ungido, que posee la plenitud del Espíritu de Dios, como está profetizado en Isaías 61:1: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres".
6. **El Mesías como el Siervo elegido:** En Isaías 42:1 se predice que el Mesías, el Ungido, será el Siervo escogido del Señor, sobre quien reposa el Espíritu de Dios: "He aquí a mi siervo a quien sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él".
7. **Los textos proféticos leídos a la luz del Evangelio:** El Evangelio y el Nuevo Testamento en su conjunto aportan una nueva luz a las profecías del Antiguo Testamento, y viceversa. Por ejemplo, Juan 1:45 dice: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret".
8. **La personalidad del Espíritu Santo en el Antiguo Testamento:** Aunque el Espíritu Santo es "oculto" en el Antiguo Testamento, Isaías 42:1, entre otros textos, anticipa la distinción entre las personas divinas que se revelará en la Nueva Alianza.
RESUMEN:
El Mesías, lleno del Espíritu Santo, fue enviado para servir al pueblo de Dios y a toda la humanidad, según Hechos 10:38. Su venida y misión fueron profetizadas en Isaías 11:1-2, indicando una nueva comprensión del Espíritu, no solo como un "aliento carismático", sino también como una persona y un don. Estas profecías establecen un puente hacia la revelación del Espíritu Santo en la Trinidad en la Nueva Alianza. El Mesías es presentado como el Ungido supremo, el portador de la plenitud del Espíritu de Dios (Isaías 61:1), y el Siervo Elegido del Señor (Isaías 42:1). El Nuevo Testamento aporta una nueva luz a estas profecías del Antiguo Testamento, mostrando la distinción entre las personas divinas. Finalmente, aunque el Espíritu Santo está "oculto" en el Antiguo Testamento, las profecías apuntan hacia su plena revelación en el misterio trinitario de la Nueva Alianza.