La “mafia del Vaticano” esperó 33 días para eliminar al Papa Juan Pablo I, alias Albino Luciani; firmando así como mandante el grado 33 de la masonería, que él quiso excomulgar con la lista de cardenales que tenía en su mano al momento de su muerte. Luego que murió Juan Pablo II, el Papa elegido en el cónclave hubiera sido el Cardenal Bergoglio (elegido para destruir el último bastión católico que es Latinoamérica), pero el Cardenal Ratzinger se opuso. El Cardenal Ratzinger se auto-impuso en el concilio con menos de las dos terceras partes de los votos (anulando disposiciones del Papa Pablo VI). Así quiso Dios. Con la abdicación, por amotinamiento de la jerarquía apóstata -que solamente Dios sabía- y por amenaza de muerte, Benedicto XVI se convierte en el Papa emérito. Y así se cumplió la profecía de Nostra-Damus (Nuestra Señora de París) que profetiza el “Papa Negro”, no porque Bergoglio sea “un negro” sino porque al General de los Jesuitas se le dice “Pedro Negro”, en contraposición …Más