Un obispo uruguayo califica la [pseudo]bendición homosexual de espectáculo de carnaval para ricos
Monseñor Sanguinetti describe el acto como una "bendición casi teatral de dos hombres sentados uno al lado del otro".
Señala que aunque la obra de propaganda homosexual de Francisco "Fiducia Supplicans" trata teóricamente de las "bendiciones espontáneas" de manera informal y casual, era "previsible" que diera lugar a este tipo de incidentes.
La [pseudo] bendición en Maldonado fue un "espectáculo" para "ricos y famosos" con amplia cobertura mediática, escribe Sanguinetti.
"La ficción de la 'privacidad' no podría haber sido mayor. El evento fue proclamado en la prensa. Las cifras son más que conocidas. Las propias bendiciones, con poca gente alrededor, tuvieron lugar ante periodistas y fotógrafos, que tenían la misión de proclamarlas 'urbi et orbi'".
Sin embargo, la fe católica no reconoce el concubinato homosexual porque "va contra la razón, contra la palabra de Dios y contra toda la realidad del ser humano". Y "Los católicos no deben de ninguna manera apoyar su existencia".
Monseñor Sanguinetti recuerda que dos días antes los dos concubinos habían dado su consentimiento a un concubinato homosexual civil: "Fue en este contexto en el que se dio la bendición. También se preparó un banquete para varios centenares de personas".
El obispo añade la perogrullada de que la homosexualidad practicada es "gravemente mala en su naturaleza" y ofende a Dios.
Sin embargo, el mensaje de la [pseudo]bendición era "seguir adelante" con el "matrimonio" homosexual civil y los pecados homosexuales.
Imagen: Alberto Sanguinetti Montero, facebook.com, Traducción IA
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