Ciertamente, hay diferencias, y la Iglesia Santa de Dios, es la de la Sagrada Tradición Apostólica, la Misa Tridentina que no puede cambiarse, a no sea que quien se atreva, o se haya atrevido, ya debe esperar la ira de Dios sobre los culpables.

Hay diferencias de la Santa Misa, Tridentina, y la que se inventó a partir del Concilio Vaticano II, desde Pablo VI, los errores y herejías no pueden ser caminos de redención ni santidad, sino de oscuridad, terrible.

Nosotros debemos permanecer en la Iglesia de Jesús, en la que aprendemos de los Santos Apóstoles, San Pío V, hasta San Pío X, permanecer en la Iglesia que estuvo San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, San Atanasio, San Cipriano, San Cirilio, San Agustín, San Juan Crisóstomo, San Jerónimo, en la que hay muchos y verdaderos santos, antes del Concilio Vaticano II. Pues San Pío de Pietrelcina, siempre defendió lo que verdaderamente era de Tradición Apostólica.