Encuentro muy injusto lo que has respondido, Marcelo. El texto que ha compartido @Elservi Dorfiel está muuuuuuuuuuuy lejos de ser un bodrio...antes al contrario, lo que se expone es la Verdad (expresada de manera exquisita, por otra parte).
Es cierto que la confrontación no es mala, como afirma Marcelo, de hecho es necesaria para depurar las ideas o para corregir al que yerra...pero el enfrentamiento, la descalificación, el desprecio del otro, eso siempre es malo. Inevitable en cierta medida, pero malo sin lugar a dudas.
Al cristiano se le pide coherencia. Esto es harto complicado, por eso se premia con el Cielo, ni más ni menos. No podemos desear estar cerca de Dios (que es Amor infinito) y no ser capaces nosotros de sacar de nuestra miseria una discreta imitación de esa caridad para nuestros hermanos (y para nosotros mismos).
Intentemos, poco a poco, acercarnos a ese ideal. Es duro pero es lo que se nos exige, y nos hará más felices.
Bendiciones.

@Marcelo Fernando de Argentina me temo que me ha malinterpretado. Si vuelve a leer mi comentario sin pensar que hablo de alguien en concreto (y menos, de usted) comprenderá perfectamente lo que quise decir.
En resumen: que todos, en el momento de confrontar ideas podemos caer en la descalificación y demás actitudes contrarias a una actitud cristiana con el prójimo con el que no estamos de acuerdo.
Su comentario hacia mí, que en absoluto me tomo a pecho ni me molesta, así como el que le ha hecho al que inició esta entrada, denota que tiene la mirada algo viciada. No sé por qué, pero ve adversarios donde no los hay.
Saludos y bendiciones!

Mientras obserbo ciertas palabras y comentarios me ha venido a la memoria cuando mi madre me enseñaba frente al espejo del lavabo la manera de como tenia que asearme las diferentes partes de mi cara, en especial atención a mis ojos, la nariz, los oidos y la boca. Poder y saber ver, respirar, escuchar y hablar... Que necesario fue entonces el aprender a lavarse uno mismo la cara frente al espejo, y que importante es intentar mantenerla siempre limpia hasta el último dia de nuestras vidas. Cómo también añadir lo necesario que es saber leer, pero aún más importante será para nuestra formación saber comprender su lectura.

Como bien dice @Elservi Dorfiel, es importantísimo comprender lo que se lee. Si @Marcelo Fernando de Argentina lo hubiese hecho, no tendría ahora la necesidad de decirme cómo debo comportarme en esta red bajo amenaza de bloqueo. ¿Ha leído usted el Quijote? Don Alonso veía gigantes en los molinos de viento.
Le reitero que mis líneas le afeaban que hubiese despreciado tan burdamente el escrito de El Servidor Fiel, cosa justa ya que era público. Aproveché para describir comportamientos que todos podemos tener con quien nos molesta o nos ataca, pero usted se lo tomó todo, gratuitamente, como personal. No hay más que leer los comentarios para ver quién estaba crispado sin remedio.
Yo no voy a variar mi comportamiento adrede sin motivo alguno, me temo, así que haga usted lo que considere. Saludos y bendiciones.

Señora Nour N.
He releído los comentarios de este post. Le digo lo siguiente:
1. El único problema que advierto al menos de mi parte, es el de haber utilizado la palabra “bodrio”. He estado reflexionando y veo que muy probablemente, esta palabra surge, como reacción ante lo que dice Dorfiel acerca de la existencia aquí en gloria.tv, de personas que tendrían “dudosa fe”, tema que ya he aclarado en los últimos comentarios con el señor Dorfiel.
2. Si su intervención proviene de haberse sentido molesta por mi uso de la palabra “bodrio” entonces lo entiendo. De lo contrario, no. Salvo el uso de la palabra “bodrio”, entiendo que lo que he escrito está bien y es correcto y no es para nada injusto como usted se atreve a decir.
3. En todo caso, bien podría usted, haber dejado que el señor Dorfiel se defendiera por si mismo, sin haber tenido que meterse, como tercera en discordia en esta situación.
4. Sobre sus reiteradas, arteras y maliciosas descalificaciones hacia mi persona, no pienso decir nada, salvo que en dos ocasiones se las he mostrado y usted no las ha tenido en cuenta, sino que han sido utilizadas para redoblar la apuesta y profundizar sus insultos. Por tercera vez, le dejo la posibilidad de que pida disculpas por las mismas.
5. Por el amor de Dios, le ruego, le suplico, que no vuelva a dar bendiciones como cierre de sus intervenciones, porque las mismas me resultan directamente repugnantes,