Francisco mencionó durante su entrevista en el sitio web AdnKronos.com a una anciana que él encontró en un barrio humilde de Buenos Aires el día que falleció Juan Pablo II.
Bergoglio estaba en un ómnibus yendo a celebrar Misa en una villa, cuando escuchó la noticia que estaba recorriendo el mundo. Durante la Misa pidió rezar por el Papa difunto.
Al final de la Misa se le acercó una mujer pobre, pidiéndole información sobre cómo se elige a un nuevo Papa: “Le hablé del humo blanco, de los cardenales, del cónclave”.
“Ella me interrumpió y dijo: 'Escuche, Bergoglio, cuando usted sea Papa, recuerde primero comprar un perrito'”.
“Le respondí que difícilmente sería elegido, y si así fuera entonces 'por qué debería comprar yo un perro'”.
“Porque cada vez que usted se encuentre comiendo” – respondió – “dele un poco a él primero, y si está bien, entonces siga comiendo”.
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