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Histeria del abuso: “No hay absolutamente ningún proceso justo”

El padre Samuel Venne, de 79 años, de la diócesis de Búfalo, ha apelado una decisión de noviembre de 2020 de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) de suspenderlo por siete años después de haber sido acusado dos veces de “abuso sexual” de menores hace décadas.

En junio de 2018 una Junta de Revisión diocesana calificó las acusaciones de “creíbles”. El caso de Venne fue enviado a la CDF, que confirmó la decisión. Por tanto, Venne tiene prohibido celebrar Misas públicas y vestirse de sacerdote.

Su abogado, Mike Taheri, dijo a News 4 Investigates que Venne, que siempre mantuvo su inocencia y esperaba tener la oportunidad de presentar sus pruebas a la CDF en un entorno similar al de un juicio, pero no ocurrió así.

Taheri califica esto como “un tremendo error judicial”. Y “simplemente demuestra que no hay absolutamente ningún proceso justo”. A Venne, que nunca fue acusado de un delito, nunca se le permitió rebatir las acusaciones.

Su abogado proporcionó a la diócesis de Búfalo y a la CDF una prueba del detector de mentiras que Venne superó, así como historiales médicos e información de que Venne podría haber sido víctima de un error de identidad. Nunca recibió una respuesta.

La diócesis de Búfalo admitió que frente a la Junta de Revisión el acusado no tiene derechos procesales como en un juicio. Venne había solicitado reuniones con el antiguo obispo, monseñor Richard Joseph Malone, el administrador apostólico Edward Bernard Scharfenberger y el actual obispo, monseñor Michael William Fisher. Nunca recibió una respuesta.

Desde que Venne fue puesto en licencia administrativa, en abril de 2018, nunca recibió una sola llamada telefónica de un superior eclesiástico. “La doctrina de la Iglesia católica sobre la misericordia simplemente no es parte de la ecuación”, concluyó Taheri.

Después de 40 años de servicio, la diócesis de Búfalo canceló las pólizas de seguro médico, dental y de automóvil de Venne. Él sigue recibiendo una pensión mensual, pero vive con un feligrés, ya que el alquiler de su vivienda ya no está cubierto por la diócesis.

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