Hablando como un líder anglicano que intenta mantener unida una comunión imaginaria, Tucho Fernández piensa que "corresponde a cada obispo local" decidir si da o no "bendiciones" homosexuales, como si la verdad de los Evangelios dependiera de los caprichos de los obispos.
En declaraciones al diario español ABC (28 de diciembre), se refirió concretamente a África, donde, según él, hay leyes que "castigan con penas de cárcel el mero hecho de declararse homosexual". Esto es un disparate, pero es una práctica habitual entre los propagandistas homosexuales exagerar la posición de sus críticos para presentarse como "víctimas".
Tucho insistió en que su pseudo bendición no significaba "aceptar un matrimonio, ni es una ratificación de la vida que llevan, ni es una absolución". Esto último es una admisión abierta de que esta "bendición" es en realidad una aprobación del pecado mortal.
Dando por sentado que todo el mundo es idiota, Tucho proclamó a continuación: "Nosotros [= Bergoglio/Tucho] …Más