Diócesis vinculada al espectáculo de la vulva
La marcha se llamó “monstramus - nosotras mostramos”. Su líder era una tal Ina Loitzl, a quien se permitió instalar una vulva femenina -oficialmente llamada “lengua de fuego”- en la catedral de Klagenfurt.
El objetivo de la acción era insultar a la jerarquía eclesiástica y romper un “tabú de la sexualidad” que -no se dieron cuenta- ya se había “roto” en los años 60’.
La marcha comenzó en la catedral Vulva de Klagenfurt, a la que una participante entró con su perro. El destino era la Schlosskapelle (foto del artículo) en el llamado Museo de Arte Moderno.
En la catedral, la vulva colgante se presentaba como una “lengua”. Pero afuera, el símbolo fue identificado repentinamente como una vulva.
El desfile imitaba una procesión de Corpus Christi. Las mujeres ninfómanas portaban estandartes con réplicas sobredimensionadas de vulvas. En el patio del castillo, el Novus Ordo fue ridiculizado bajo el título “Aborto: ¡Hagan una Misa!”.
Una sacerdotisa ídolo de la vulva repartía la comunión en la mano. Un empleado de la oficina pastoral diocesana estuvo presente en este espectáculo infantil.
Imagen: Herbert Stichaller, #newsZuxytquyvn
