Un tribunal de Birmingham absolvió el 16 de febrero a Isabel Vaughan-Spruce y al padre Sean Gough por rezar supuestamente en una zona penal alrededor de una clínica abortista.
Muchos próvidas asistieron al juicio (en la foto). Vaughan-Spruce comentó que “nunca deberían haberme detenido por mis pensamientos y tratado como a un criminal simplemente por rezar en silencio en la vía pública”.
Gough señaló que un “país democrático” no debe dedicarse a perseguir delitos de pensamiento.
En las próximas semanas, el Parlamento británico debatirá la introducción de zonas de castigo en torno a las clínicas abortistas de todo el país. Esto daría lugar a más juicios por delitos de pensamiento.
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