"Dios es uno", predicó Francisco durante su visita a la cárcel de Verona el 18 de mayo: "Nuestras culturas nos han enseñado a llamarle de una manera, de otra, a encontrarle de formas diferentes, pero es el mismo Padre para todos nosotros. Él es uno".
Francisco se equivoca. No fueron las "culturas" las que revelaron el nombre de Dios, sino Dios mismo a través de su revelación a Moisés (Ex 3) y más plenamente en su Hijo, Jesucristo.
La teoría de "encontrar a Dios de diferentes maneras" contradice lo que dice Jesucristo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre si no es por mí" (Jn 14,6).
Francisco también proclamó la siguiente banalidad: "Todas las religiones, todas las culturas, miran al único Dios de maneras diferentes". Pero lo que importa no son las diferentes maneras, sino la manera correcta.
Entonces a Francisco se le ocurrió el truco de dar su bendición a los reclusos, pero sólo en silencio, "para que cada uno pueda recibirla de Dios de la manera en que cree [o …Más