Francisco nombró el 21 de junio al cardenal Gerhard Müller como miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, junto con los cardenales Tobin y Harvey, dos arzobispos y seis obispos.
Este nombramiento no tiene importancia. Teóricamente, la Signatura supervisa la administración de justicia en la Iglesia, sin embargo, en la práctica, la Signatura ha sido comparada con un “vórtice” donde los casos entran y desaparecen sin llegar a resolverse -con la excepción del período entre 2008 y 2013, cuando el cardenal Raymond Burke ejerció como prefecto, que era incorruptible, razón por la cual Francisco lo despidió.
En 2017 el propio Burke fue nombrado miembro de la Signatura que, al parecer, Francisco está utilizando como cementerio para los cuerpos de sus víctimas.
Imagen: Gerhard Ludwig Müller, © Mazur, CC BY-NC-SA, #newsTderisgnqd