Una corrección, toda ley precisa interpretación, los diez mandamientos mismos, son desarrollados en la Ley y en toda la Torá, y en todo el desarrollo de la ley hebrea, hasta en nuestros días continúa la interpretación de la Ley por parte de los grandes maestros de la Ley hebrea. No se trata de "cambiar" lo escrito sino de su interpretación. De hecho " lo escrito" es diferente según que versión tomemos y además en la misma Biblia hay diferentes "versiones", te pongo Un ejemplo, Éxodo, 20 ( Biblia de Jerusalén):
1.Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
2.«Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre.
3.No habrá para ti otros dioses delante de mí.
4.No te harás escultura ni imagen alguna ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra.
5.No te postrarás ante ellas ni les darás culto, porque yo Yahveh, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian,
6.y tengo misericordia por millares con los que me aman y guardan mis mandamientos.
7.No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.
8.Recuerda el día del sábado para santificarlo.
9.Seis días trabajarás y harás todos tus trabajos,
10.pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh, tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el forastero que habita en tu ciudad.
11.Pues en seis días hizo Yahveh el cielo y la tierra, el mar y todo cuanto contienen, y el séptimo descansó; por eso bendijo Yahveh el día del sábado y lo hizo sagrado.
12.Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días sobre la tierra que Yahveh, tu Dios, te va a dar.
13.No matarás.
14.No cometerás adulterio.
15.No robarás.
16.No darás testimonio falso contra tu prójimo.
17.No codiciarás la casa de tu prójimo, ni codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.»
18.Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte humeante, y temblando de miedo se mantenía a distancia.
19.Dijeron a Moisés: «Habla tú con nosotros, que podremos entenderte, pero que no hable Dios con nosotros, no sea que muramos.»
20.Respondió Moisés al pueblo: «No temáis, pues Dios ha venido para poneros a prueba, para que su temor esté ante vuestros ojos, y no pequéis».
21.Y el pueblo se mantuvo a distancia, mientras Moisés se acercaba a la densa nube donde estaba Dios.
22.Dijo Yahveh a Moisés: Así dirás a los israelitas: Vosotros mismos habéis visto que os he hablado desde el cielo.
23.No haréis junto a mí dioses de plata, ni os haréis dioses de oro.
24.Hazme un altar de tierra para ofrecer sobre él tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. En todo lugar donde haga yo memorable mi nombre, vendré a ti y te bendeciré.
25.Y si me haces un altar de piedra, no lo edificarás de piedras labradas; porque al alzar tu cincel sobre ella queda profanada.
26.Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra tu desnudez sobre él.
Deuteronomio 5:
"1.Moisés convocó a todo Israel y les dijo: Escucha, Israel, los preceptos y las normas que yo pronuncio hoy a tus oídos. Apréndelos y cuida de ponerlos en práctica. 2.Yahveh nuestro Dios ha concluido con nosotros una alianza en el Horeb. 3.No con nuestros padres concluyó Yahveh esta alianza, sino con nosotros, con nosotros que estamos hoy aquí, todos vivos. 4.Cara a cara os habló Yahveh en la montaña, de en medio del fuego; 5.yo estaba entre Yahveh y vosotros para comunicaros la palabra de Yahveh, ya que vosotros teníais miedo del fuego y no subisteis a la montaña. Dijo: 6.«Yo soy Yahveh tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. 7.«No habrá para ti otros dioses delante de mi. 8.«No te harás escultura ni imagen alguna, ni de lo que hay arriba en los cielos, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. 9.No te postrarás ante ellas ni les darás culto. Porque yo, Yahveh tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian, 10.y tengo misericordia por mil generaciones con los que me aman y guardan mis mandamientos. 11.«No tomarás en falso el nombre de Yahveh tu Dios, porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso. 12.«Guardarás el día del sábado para santificarlo, como te lo ha mandado Yahveh tu Dios. 13.Seis días trabajarás y harás todas tus tareas, 14.pero el día séptimo es día de descanso para Yahveh tu Dios. No harás ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguna de tus bestias, ni el forastero que vive en tus ciudades; de modo que puedan descansar, como tú, tu siervo, y tu sierva. 15.Recuerda que fuiste esclavo en el país de Egipto y que Yahveh tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yahveh tu Dios te sacó de allí con mano fuerte y tenso brazo; por eso Yahveh tu Dios te ha mandado guardar el día del sábado. 16.Honra a tu padre y a tu madre, como te lo ha mandado Yahveh tu Dios, para que se prolonguen tus días y seas feliz en el suelo que Yahveh tu Dios te da. 17.«No matarás. 18.«No cometerás adulterio. 19.«No robarás. 20.«No darás testimonio falso contra tu prójimo. 21.«No desearás la mujer de tu prójimo, no codiciarás su casa, su campo, su siervo o su sierva, su buey o su asno: nada que sea de tu prójimo.» 22.Estas palabras dijo Yahveh a toda vuestra asamblea, en la montaña, de en medio del fuego, la nube y la densa niebla, con voz potente, y nada más añadió. Luego las escribió en dos tablas de piedra y me las entregó a mí. 23.Cuando vosotros oísteis la voz que salía de las tinieblas, mientras la montaña ardía en fuego, os acercasteis a mí todos vosotros, jefes de tribu y ancianos, 24.y dijisteis: «Mira, Yahveh nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza y hemos óido su voz de en medio del fuego. Hemos visto en este día que puede Dios hablar al hombre y seguir éste con vida. 25.Pero ahora, ¿por qué hemos de morir? - porque este fuego nos va a devorar -; si seguimos oyendo la voz de Yahveh nuestro Dios, moriremos. 26.Pues, ¿qué hombre ha oído como nosotros la voz del Dios vivo hablando de en medio del fuego, y ha sobrevivido? 27.Acércate tú a oír todo lo que diga Yahveh nuestro Dios, y luego nos dirás todo lo que Yahveh nuestro Dios te haya dicho; nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica.» 28.Yahveh oyó vuestras palabras y me dijo: «He oído las palabras de este pueblo, lo que te han dicho; está bien todo lo que han dicho. 29.¡Ojalá fuera siempre así su corazón para temerme y guadar todos mis mandamientos, y de esta forma ser eternamente felices, ellos y sus hijos! 30.Ve a decirles: "Volved a vuestras tiendas." 31.Y tú quédate aquí junto a mí; yo te diré a ti todos los mandamientos, preceptos y normas que has de enseñarles para que los pongan en práctica en la tierra que yo les doy en posesión.» 32.Ciudad, pues, de proceder como Yahveh vuestro Dios os ha mandado. No os desviéis ni a derecha ni a izquierda. 33.Seguid en todo el camino que Yahveh vuestro Dios os ha trazado: así viviréis, seréis felices y prolongaréis vuestros días en la tierra que vais a tomar en posesión."
Deuteronomio, 5
Otra versión, todas católicas:Capítulo 20:
Éxodo 20
Los diez mandamientos
20 1 Entonces Dios pronunció estas palabras:
2 Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud.
3 No tendrás otros dioses delante de mí.
4 No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas.
5 No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto; porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen;
6 y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos.
7 No pronunciarás en vano el nombre del Señor, tu Dios, porque él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano.
8 Acuérdate del día sábado para santificarlo.
9 Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas;
10 pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus ciudades.
11 Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da.
13 No matarás.
14 No cometerás adulterio.
15 No robarás.
16 No darás falso testimonio contra tu prójimo.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca.
El temor del pueblo y la mediación de Moisés
18 Al percibir los truenos, los relámpagos y el sonido de la trompeta, y al ver la montaña humeante, todo el pueblo se estremeció de temor y se mantuvo alejado.
19 Entonces dijeron a Moisés: "Háblanos tú y oiremos, pero que no nos hable Dios, porque moriremos".
20 Moisés respondió al pueblo: "No teman, porque Dios ha venido a ponerlos a prueba para infundirles su temor. Así ustedes no pecarán".
21 Y mientras el pueblo se mantenía a distancia, Moisés se acercó a la nube oscura donde estaba Dios.
El Código de la Alianza: la ley relativa al altar
22 El Señor dijo a Moisés:
Di a los israelitas: Ustedes han visto que yo les hablé desde el cielo.
23 No se fabriquen dioses de plata o de oro para ponerlos a mi lado.
24 Me harás un altar de tierra, y sobre él ofrecerás tus holocaustos y tus sacrificios de comunión, tus ovejas y tus bueyes. Vendré y te bendeciré en cualquier lugar donde yo haga que se recuerde mi Nombre.
25 Si me edificas un altar de piedra, no lo harás con piedras talladas, porque al trabajarlas con el hierro, las profanarás.
26 Tampoco subirás por gradas a mi altar, para que no se vea tu desnudez
Bien, como sabes, con Jesucristo, esto cambia, pués Jesús es el nuevo testamento.
Ya ves que la ley debe ser interpretada, como explicarte sino que tenemos el Domingo, no el Sabado, el Sabat, exigido por Dios.
El "asunto" de las imágenes. Etc.
Ahí lo dejo, pues desarrollarlo sería excesivo. Además no es el asunto central.
Por otro lado, en la Ley hebrea existía el repudio de la esposa, los sacramentos bíblicos son diferentes de los cristianos y además evolucionaron en el tiempo. Cómo sabes el mismo Moisés tubo varias esposas. Bueno... Hasta aquí, no pretendo desperdigar solo son apuntes.