Nuevas acusaciones: "Rupnik me rompió el dedo", lo llamó "amor"
Un antiguo miembro anónimo de la recientemente disuelta Comunidad de Loyola, fundada en los años ochenta, declaró a EditorialeDomani.it (26 de enero) que el padre Marko Rupnik le rompió un dedo a principios de los años noventa.
Recuerda: "Una vez, cuando estábamos sentados a la mesa uno frente al otro, Rupnik me dijo: '¡A ver quién es más fuerte! Me agarró las manos y empezó a apretarlas con fuerza, palma contra palma. Grité que me dolía. Pero él no paró".
Según su relato, Rupnik ejerció tanta presión sobre su mano que le rompió el dedo índice: "Rupnik no se disculpó. Mantuvo la calma y dijo: 'Ahora tienes el sello permanente de la Compañía de Jesús'. Y añadió: 'Lo hice por amor'".
Describe a Rupnik como "arrogante y narcisista".
Los jesuitas echaron a Rupnik y calificaron las numerosas acusaciones contra él de "altamente creíbles". Miembros de la comunidad de Loyola denuncian "masturbaciones violentas", tríos, visitas a cines porno y el uso de objetos sacros para juegos sexuales.
Sin embargo, Rupnik es un sacerdote en regla, gracias a Francisco, su amigo que se rodea de figuras comprometidas. Francisco ha ordenado al obispo de origen de Rupnik que lo acoja. Rupnik sigue viviendo en Roma.
Traducción IA
Recuerda: "Una vez, cuando estábamos sentados a la mesa uno frente al otro, Rupnik me dijo: '¡A ver quién es más fuerte! Me agarró las manos y empezó a apretarlas con fuerza, palma contra palma. Grité que me dolía. Pero él no paró".
Según su relato, Rupnik ejerció tanta presión sobre su mano que le rompió el dedo índice: "Rupnik no se disculpó. Mantuvo la calma y dijo: 'Ahora tienes el sello permanente de la Compañía de Jesús'. Y añadió: 'Lo hice por amor'".
Describe a Rupnik como "arrogante y narcisista".
Los jesuitas echaron a Rupnik y calificaron las numerosas acusaciones contra él de "altamente creíbles". Miembros de la comunidad de Loyola denuncian "masturbaciones violentas", tríos, visitas a cines porno y el uso de objetos sacros para juegos sexuales.
Sin embargo, Rupnik es un sacerdote en regla, gracias a Francisco, su amigo que se rodea de figuras comprometidas. Francisco ha ordenado al obispo de origen de Rupnik que lo acoja. Rupnik sigue viviendo en Roma.
Traducción IA