El padre Zachary Boazman contactó al arzobispo de la Ciudad de Oklahoma, monseñor Paul Coakley, después de un vídeo que apareció mostrando que su bautismo fue inválido.
El diácono que bautizó a Boazman en 1992 dijo “Te bautizamos”, la cual es una fórmula inválida, cuestión que la Congregación para la Doctrina de la Fe admitió en agosto.
En consecuencia, Boazman tuvo que ser bautizado, confirmado y ordenado. La arquidiócesis hizo conocer el caso en una carta a los sacerdotes, datada el 14 de setiembre.
Un primer sacerdote inválidamente bautizado y ordenado fue detectado en la arquidiócesis de Detroit.
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