San Agustín de Hipona:
Judas no dio lugar a arrepentirse y a hacer penitencia
Sabemos que no existe ley alguna que permita quitar la vida, incluso al culpable, por iniciativa privada, y, por tanto, quien se mata a sí mismo es homicida. […] Concedamos con razón
el hecho de Judas: la Verdad manifiesta que,
al suspenderse de un lazo, más bien
aumentó que expió la felonía de su traición. En efecto,
desesperando de la divina misericordia con mortales remordimientos, cerró para sí todo camino de una penitencia salvadora. Pues bien, ¡cuánto más debe abstenerse del suicidio quien no tiene culpa alguna que castigar en tal suplicio! Porque
Judas, al matarse, mató a un delincuente, y a pesar de todo acabó su propia vida no solamente reo de la muerte de Cristo, sino de la suya propia. Se suicidó por su propio crimen, pero, además, añadió un segundo crimen. (
San Agustín de Hipona. Ciudad de Dios, L. I, c. 17)
denzingerbergoglio.com/san-agustin/