Astuto arzobispo australiano sugiere “bendecir” a los homosexuales cuando llevan a bautizar a “sus hijos”

El rechazo del Vaticano a las “bendiciones” homosexuales se refiere únicamente a la bendición nupcial que reconoce públicamente una unión como sacramental, según el arzobispo de Brisbane (Australia), monseñor Mark Coleridge, de 72 años, quien el 31 de marzo restó importancia al rechazo en Twitter.com.

Coleridge lo reduce a “la verdad” de que la bendición nupcial tiene una forma y una función precisas en la Iglesia.

Por lo tanto, “se podría, por ejemplo, bendecir a una pareja del mismo sexo que llevara a un niño al bautismo o a Misa en una escuela a la que asistiera su hijo”, sin ofrecer una “bendición nupcial sacramental”. Dado que en el Novus Ordo todo vale y se puede utilizar cualquier fórmula, la propuesta de Coleridge es puro jarabe de pico.

Muchas uniones no son sacramentales, pero “eso no significa que no tengan valor, sean pecaminosas o estén fuera de cualquier tipo de bendición”, filosofa Coleridge. Esto es cierto, pero las relaciones homosexuales no pueden ser bendecidas precisamente porque son pecaminosas.

Coleridge se pregunta “si en esta o aquella unión vemos signos del Espíritu Santo”. Esto, en el caso de las relaciones homosexuales, debe excluirse siempre que por “Espíritu Santo” se entienda el mismo “Espíritu Santo” mencionado por Cristo y la Biblia.

Imagen: Mark Coleridge © Lawrence OP, CC BY-NC-ND, #newsThbvgtlaem