Juego de palabras: Francisco defiende su [pseudo] bendición del pecado homosexual
Hablando sin sentido, dijo que [¡sorpresa, sorpresa!] sus [pseudo] bendiciones "conciernen a las personas, no a las organizaciones". Las organizaciones homosexuales no reciben bendiciones, "siempre las reciben las personas", "bendecimos a las personas, no al pecado".
Su ejemplo: "Cuando bendecimos a un hombre de negocios, no le preguntamos si ha robado". Según este principio, dos ladrones o dos asesinos pueden ser "bendecidos" antes de cometer sus crímenes.
Francisco se comportó como un ladrón pillado por una cámara robando, pero negando haberlo hecho. Cambió la comprensión cristiana de la sexualidad y el matrimonio, mientras afirmaba que sus acciones "no cambiaban la doctrina del matrimonio".
Comentando el revuelo en África contra el texto Sodoma Supplicans, Francisco dijo que "la cultura" de África no acepta esta bendición de los homosexuales porque hay "sensibilidades diferentes". Esto puede ser cierto o no, pero la cuestión aquí es la moral, no la sensibilidad.
Francisco confirmó que lo había "aclarado" con el cardenal Ambongo de Kinshasa.
Imagen: © DiocesiDiRoma.it, Traducción IA