LA MALDAD DE LAS MASCARILLAS - Extracto de una nota de Daniel Ponce Alegre en Tradición Viva -ver enlace al final-. Deseo hacer un breve recordatorio de los males que supone el uso de las mascarilla durante tantas horas al día y esto ya durante casi año y medio.
Inhalación del producto gaseoso de desecho.
Retroalimentación vírica y bacteriana: infecciones.
Hiperventilación del sistema simpático al no tener el CO2 salida libre.
Inmunodeficiencia provocada por la liberación de cortisol como consecuencia de la hipoxia e hipercapnia.
La hipoxia cerebral provoca falta de atención, reducción potencial cognitiva, cefaleas, desmayos, narcolepsia e isquemia.
La hipoxia cardiaca provoca aumento de la frecuencia cardiaca para recuperar el oxígeno que no se obtiene con normalidad. Esta taquicardia provoca a su vez mayor dificultad respiratoria, mareo, debilidad y confusión mental.
La hipoxia en sangre provoca reducción de la afinación motriz, de la coordinación y de los reflejos.
La hipoxia celular puede llegar a provocar el desarrollo deficitario de los órganos vitales, así como de sus funciones.
Los componentes de las mascarillas, así como el efecto de retención de otros gases externos a ella, puede provocar intoxicación o neumonitis química. Los principales gases son el formaldehido y tolueno, causantes de cáncer, Alzheimer, pérdida visual y cognitiva.
En el ámbito psico-social las máscaras provocan:
Estrés por la demanda de atención y esfuerzo.
Dificultad de la expresión oral e intercomprensión.
La expresión verbal y gestual (emocional) está cohibida.
Limitación de la lucidez y capacidad de pensar derivadas de la sensación de ahogo. El efecto del alcohólico nos indica que el más resistente al efecto de la mascarilla tiene mayor riesgo de acabar atrapado por ella y por las consecuencias de su uso prolongado.
Anulación personal. Del autoconocimiento y la autoaceptación. La cara o rostro no sólo nos identifica y permite que se nos reconozca, sino que es lo que nos hace “imagen de Dios”.
Coacción a la libertad de acción y atrofia de las cualidades de la inteligencia como consecuencia de la neutralización de determinados receptores y elementos cognitivos. La limitación sensorial y la falta de contacto físico provocan merma en la Inteligencia.
En el ámbito afectivo-social:
Dificultad para la sociabilización por miedo al contacto.
Reducción de la capacidad de empatía y aplanamiento emocional. Sin ver el rostro del otro no se pueden ver sus emociones.
Deterioro de las relaciones por ausencia de la comunicación no verbal y pérdida del significado.
Disminución de la autoestima por falta de respuesta gestual de las personas.
La desconfianza se superpone al intercambio afectivo.
Distorsión cognitiva más acentuada a la ya de por sí de esta generación provocada por el aislamiento sensorial.