En España no hay vacuna obligatoria para nadie. Han quitado la obligación hasta para el personal sanitario, que ni siquiera tiene la obligación de realizar PCR dos veces por semana como antes.

Las evidencias van apareciendo y cambian las normas. Ahora contagian todos; los vacunados, no vacunados sean sintomáticos o no.
En breve ( o actualmente) contagiarán los gatos, perros y otras mascotas estén vacunadas o no.

Se muere poca gente porque ya han fallecido muchos que formaban parte de esa población de riesgo y otros que no pudieron ser atendidos por el colapso médico.

En estos momentos estamos empezando a contar los muertos producidos por la vacuna. En Europa ya alcanzan unos 20000 directos. Muerte casi fulminante y cientos de miles afectados gravemente de por vida. Nadie quiere responsabilizarse de esta ATROZ matanza. Quedamos a la espera de la llegada del otoño y las nuevas cepas que podrían interactuar con el sistema inmune modificado de los vacunados y enviarnos al casillero de salida.

La cuarentena o encierro durante el estado de alarma ha sido declarado inconstitucional para el Reino de España por los tribunales. La decisión tomada por el gobierno no fue acorde a la ley y provocó la ruina de millones de españoles. Sólo en Madrid las colas del hambre cuentan con casi 200 mil afectados directos.

No sintiéndose satisfechos, aún obligan a utilizar mascarilla en espacios cerrados sin admitir que la inmunidad de rebaño ha superado el 70% de la población o mejor dicho el 99,9% si contamos a los vacunados.

Con una nueva cepa este otoño, el gobierno se verá obligado a bailar desnudos una jota aragonesa en la plaza del pueblo o decretar el estado de sitio, última figura jurídica antes del estado de guerra, para volvernos a recluir en nuestras casas.

El estado de sitio admite allanamiento de morada, detención ilegal y uso de la fuerza militar. Tal vez tb fusilamientos y cámara de gas para todos aquellos que incumplan la reclusión.
Por supuesto el culto religioso queda prohibido