Al hablar el 7 de octubre a su Sínodo sobre la Amazonia, Francisco calificó como una “ofensa” oponer la civilización a la barbarie.
Él expresó su anuncio remitiéndose a un comentario jocoso sobre un hombre que el domingo pasado llevó las ofrendas eucarísticas con plumas en su cabeza:
Preguntó: “¿Cuál es la diferencia de tener plumas como el tocado o el birrete que ustedes usan, el cual es utilizado por los funcionarios en nuestros dicasterios [vaticanos]”.
[La respuesta: el celebrante se saca el birrete para celebrar la liturgia, y Francisco lo desprecia.
[Además, para los indios nativos americanos las plumas simbolizan una conexión pagana con el cielo. A los indios estadounidenses se les permite usar plumas como premio por la valentía demostrada en un batalla].
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