El nuevo arzobispo de Bamberg, Herwig Gössl, de 56 años, declaró a Sueddeutsche.de (5 de enero) que esperaba declaraciones "más claras" de Francisco/Fernández sobre los pecados homosexuales.
Al menos él ve el fallo lógico en el folleto "Sodoma supplicans": "Pensaba que, de bendecir tales uniones, la doctrina tendría que evolucionar de tal manera que los actos homosexuales dejaran de ser considerados pecado grave".
Pero confía en que el panfleto de Francisco cambie "la práctica" y no sea "el final del debate".
Un arzobispo que no sabe que los pecados mortales no pueden ser abolidos por decreto es como un genetista que cree que los niños los trae la cigüeña.
Imagen: Herwig Gössl, © press picture, Traducción IA