Francisco ha cambiado el canon 230 230 §1 del Derecho Canónico, ordenando que las personas laicas pueden ser formalmente lectores o acólitos.
Con el Motu Proprio Spiritus Domini, datado el 11 de enero, él institucionaliza lo que ya se hace. La Iglesia acostumbraba considerar al lector y al acólito entre las Órdenes menores que sólo pueden ser conferidas a los varones.
Pablo VI decretó, cuando abolió las Órdenes menores en 1971, que los oficios correspondientes siguieran reservados a los varones. Sin embargo, desde 1992, se ha “permitido” ser lectores/acólitos a las mujeres y a las niñas.
En el Canon 230 ahora se lee: “Las personas laicas que tienen la edad y las condiciones determinadas por decreto de la Conferencia Episcopal pueden asumir permanentemente los ministerios de lectores y de acólitos; a través de los ritos litúrgicos establecidos, pero esta contribución no les da el derecho a ser mantenidos o remunerados por parte de la Iglesia”.
Antes, el Derecho Canónico decía que “los …Más