Ya entrados en el tercer año de la criminal impostura covídica, los magnates de la filantropía sanitaria han decidido redoblar la apuesta con la llamada “viruela del mono”. Los laboratorios se frotan las manos por las billonarias ventas que ya han comenzado y Bill Gates y la OMS se activan para que un nuevo tratado pandémico [1], acompañado de una fuerza de tareas internacional destinada a “evitar y combatir las pandemias”, les permita un control aún mayor sobre la población mundial, relegando esta vez de manera prácticamente definitiva la soberanía de los Estados nacionales, otrora soberanos.
Regiones del mundo en las que hay monos
Del mismo modo que durante los dos años iniciales de la fraguada “crisis sanitaria” del covid, la manipulación y el engaño están a la orden del día. Pasemos revista a algunos de ellos.
1. Bill Gates anunció la viruela del mono y posibles atentados bioterroristas hace seis meses. [2]
El “filántropo” alertó en noviembre pasado sobre la posible llegada de la viruela del mono, la que, en apenas una semana, ya ha afectado a varios países. En una entrevista concedida en el instituto Policy Exchange con el miembro del parlamento británico Jeremy Hunt, Gates evocó la posibilidad de futuros ataques bioterroristas mediante, por ejemplo, el virus de la viruela.
El multimillonario eugenista aprovechó la ocasión para alertar a los líderes mundiales sobre la necesidad de estar preparados para futuras pandemias y ataques bioterroristas. Para ello aconsejó realizar “juegos de gérmenes” como preparación ante un ataque. “¿Y si un bioterrorista llevara la viruela a diez aeropuertos? ¿Cómo respondería el mundo ante eso?”, se preguntó, antes de pronosticar que “las epidemias causadas por bioterrorismo podrían ser mucho peores de lo que experimentamos hoy.”
El autoproclamado “vacunador universal” acaba de presentar su libro “Cómo evitar la próxima pandemia”[3] en el que, además de analizar cómo se ha afrontado la actual “crisis sanitaria”, advierte que “no se ha tomado en serio la preparación para evitar futuras pandemias.”
Cito a continuación un artículo de prensa del 8 de febrero de 2021 que ilustra la capacidad predictiva del “filántropo”:
Bill Gates, -que se convirtió en una de las figuras más resonantes desde el inicio de la pandemia de coronavirus porsus pronósticos y reflexiones- advirtió que hay que estar preparados porque la próxima pandemia podría ser diez veces peor. Tal como lo hizo hace unos años, cuandoalertó sobre una emergencia sanitaria similar a la del covid-19, ahora el empresario enumeró los grandes desafíos que el mundo deberá afrontar en el futuro.
“Esta pandemia es mala, perouna futura pandemia podría ser diez veces peor”, dijo el magnate en una entrevista concedida al divulgador científico Derek Muller. Explicó que para que se pueda frenar una nueva pandemia, será necesario invertirdecenas de miles de millones de dólares al año”. Lo que el mundo necesita, y lo que exige nuestra seguridad y supervivencia, esun enfoque global coordinado. (…) necesitamos (…) un sistema de detección temprana y un sistema de respuesta global basado en (…)nuevas vacunas y tratamientos”, enfatizó.
Gates no solo se refirió a la posibilidad de una nueva pandemia que afectaría a la humanidad en las próximas décadas sino que también advirtió sobre dos graves amenazas que conviven con el coronavirus y, lamentablemente, lo sobrevivirán:el cambio climático y el bioterrorismo. [4]
2. Vacuna contra la viruela del mono aprobada en 2019.
Ayer hablábamos [5] de la extraña advertencia que hiciera Bill Gates a fin del año pasado sobre el riesgo de un ataque bioterrorista utilizando la viruela del mono. Como si esto fuera poco, hoy nos enteramos de que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de USA) aprobó a fines de 2019 -justo antes de que apareciera el nuevo “coronavirus” en China- una vacuna contra el virus de la viruela del mono para la prevención de la enfermedad en mayores de 18 años. [6]
Cito el portal oficial de la FDA:
“La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. anunció hoy la aprobación de la vacuna Jynneos Smallpox and Monkeypox, Live, Non-Replicating, para la prevención de la viruela y la enfermedad de la viruela del mono en adultos de 18 años de edad y mayores que se determine que tienen un alto riesgo de contraer la viruela o la infección por la viruela del mono. Esta es la única vacuna actualmente aprobada por la FDA para la prevención de la enfermedad de la viruela del simio.
A raíz del Programa mundial de erradicación de la viruela,la Organización Mundial de la Salud certificó la erradicación de la viruela natural en 1980. La vacunación de rutina del público estadounidense se detuvo en 1972 después de que se erradicara la enfermedad en los EE. UU. y, como resultado,una gran proporción de los EE. UU., así como la población mundial no tiene inmunidad”, dijo Peter Marks, M.D., Ph.D., director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica de la FDA. “Por lo tanto,aunque la viruela que ocurre naturalmente ya no es una amenaza global, la liberación intencional de este virus altamente contagioso podría tener un efecto devastador. La aprobación de hoy refleja el compromiso del gobierno de los EE. UU. con la preparación a través del apoyo para el desarrollo de vacunas, terapias y otras contramedidas médicas seguras y efectivas”.
Tenemos pues que la OMS había declarado la erradicación de la viruela en 1980. Pero, aun cuando la “versión natural” de esta enfermedad ya no constituía una amenaza, las compañías farmacéuticas y los organismos sanitarios del Estado tuvieron la muy prudente y generosa idea de fabricar una vacuna, por si acaso. Lo que se llama un modelo de previsión...
Pero, por supuesto, esto no debería suscitar ningún tipo de sospecha de corte “conspiracionista”, ya que solo puede tratarse de una coincidencia, ¿no es verdad? El problema es que la lista de “coincidencias” se va haciendo cada vez más larga...
Decididamente, a toda esta buena gente tarde o temprano habrá que retribuirle su encomiable, altruista y desinteresada labor en aras de nuestro bienestar físico y mental: confinamientos, enmascaramiento, distanciamiento, pase sanitario, inoculaciones a repetición con “vacunas” experimentales, no se puede negar que velan por nuestra salud con ejemplar esmero.
¡Cuánto me entristece comprobar que algunos irresponsables -gente ciertamente ingrata y mal pensada-, imaginan que en realidad todo esto no es sino un colosal engaño, una manipulación mental inaudita y una gigantesca operación de ingeniería social con vistas a instaurar una tiranía sanitaria global en beneficio de una casta mundialista de psicópatas! [7]
3. Adenovirus de chimpancé en la vacuna para el “covid”.
Mientras los medios de comunicación nos informan cada día de nuevos casos de “viruela del mono” en algún lugar de Europa -siempre fieles a la estrategia del miedo que tan bien les ha funcionado con el “covid”-, me parece oportuno señalar que la “vacuna” de Astrazeneca contiene nada menos que … ¡adenovirus de chimpancé! Sí, sí, leyeron bien: nos inyectan material genético del animalito que supuestamente transmite la nueva “variante” de viruela. ¿Acaso no es reconfortante y tranquilizador saber cuánto se esfuerzan estos dedicados “filántropos” en preservar nuestra salud? Pero claro, seguramente esto no es más que una simple “coincidencia”. Otra más, que se añade a una lista cada vez más larga...
Cito un documento oficial [8] de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), primera página:
COMPOSICIÓN: Cada dosis (0.5 ml) contiene: Vacuna COVID-19 (ChAdOx1-S* recombinante) 5×1010 partículas virales (vp) *Vector de adenovirus de chimpancé recombinante de replicación deficiente que codifica la glicoproteína pico (S) del SARS-CoV-2. Producido en células genéticamente modificadas de riñón embrionario humano 293 (HEK). (NOTA MÍA: se trata de células extraídas por vivisección de un embrión luego de un aborto provocado. La vivisección es indispensable para que los tejidos humanos colectados -de diferentes órganos-, puedan ser utilizados en los cultivos celulares empleados en la fabricación y el testeo de las vacunas [9]). Este producto contiene organismos modificados genéticamente (GMO).
Cito ahora un documento oficial [10] de la Agencia Europea de Medicamentos, página 37:
Contenido del envase e información adicional. Composición de Vaxzevria. Una dosis (0,5 ml) contiene: Adenovirus de chimpancé que codifica para la glicoproteína de la espícula de SARS-CoV-2 (ChAdOx1-S)*, no menos de 2,5 × 108 unidades infecciosas - *Producido en líneas celulares procedentes de células embrionarias de riñón humano (HEK) 293 modificadas genéticamente y por tecnología de ADN recombinante. Este producto contiene organismos modificados genéticamente (OMG).
Material genético de simio, recurso a vivisección de pequeños humanos extraídos cruelmente del seno materno y luego asesinados y arrojados a la basura, organismos genéticamente modificados: un panorama de lo más bonito y encantador, ¿no les parece? Difícil negarse a ser inyectado con esta pócima envenenada si nos la presentan de un modo tan apetecible. Esto tiene un tufillo a azufre que apesta. Más que un producto del arte médico esto semeja a un trabajo de brujería o de magia negra. Pero los “filántropos” nos quieren persuadir de que el único objetivo de este brebaje inmundo es el de proteger nuestra salud. Y la manada humana, completamente pasiva, aletargada y adoctrinada por los medios de propaganda del sistema, forma fila para recibirlo cuantas veces se lo digan sin pestañear. Miserere nostri, Domine...
4. Simulación de pandemia de viruela del mono en marzo de 2021 por organizaciones financiadas por la Fundación Gates. [11]
La ONG NTI (Nuclear Threat Initiative), cuyo objetivo es prevenir ataques vinculados a armas de destrucción masiva como las armas biológicas, organizó en marzo de 2021 un ejercicio de simulación virtual, con 19 participantes por videoconferencia y una serie de simulacros de noticieros, para ver las consecuencias de una pandemia que involucra una cepa inusual del virus de la viruela del simio en la nación ficticia de “Brinia” (¿Britannia?). [12]
En asociación con la Fundación de la Conferencia de Seguridad de Munich, NTI publicó un informe el 23 de noviembre de 2021. El informe anuncia en la página 10 de su calendario, también supuestamente ficticio, el 15 de mayo de 2022 como la fecha que marca el inicio de la pandemia.
¿Quiénes son los participantes?
Cuando miramos con más detalle a los 19 participantes, vemos que las compañías farmacéuticas, la Fundación Gates, los CDC chinos y la OMS están representadas. Un ejemplo es la Dra. Ruxandra Draghia-Akli, Directora Global de Investigación y Desarrollo de Salud Pública Global en Johnson & Johnson y Janssen Research & Development. Dr. Christopher Elias, Presidente de la División de Desarrollo Global de la Fundación Bill & Melinda Gates. Dr. George Gao, Director General del Centro de China para el Control y la Prevención de Enfermedades (China CDC). Dr. Michael Ryan, Director General del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS. O la Dra. Margaret (Peggy) A. Hamburg, vicepresidenta interina de Políticas y Programas Biológicos Globales de NTI, miembro del Comité Asesor Científico de Salud Global de la Fundación Gates y miembro de la Junta de GAVI – The Vaccine Alliance. Algunos de ellos también habían participado en la simulación de la pandemia de coronavirus de octubre de 2019, como George Fu Gao o Christopher Elias.
Una ONG financiada por la Fundación Gates para el desarrollo de vacunas.
Como indica el sitio web de la Fundación Gates [13], en 2020, NTI recibió más de $ 1 millón para... ¡financiar el desarrollo de vacunas! 250.000 € en 2017 y más de 2 millones de € en 2004:
La fundación socia también recibió fondos en 2017 y 2019 para “mejorar la salud global”:
Cito la página oficial de NTI [14]:
“En marzo de 2021, NTI se asoció con la Conferencia de Seguridad de Munich para realizar un ejercicio de simulación sobre la reducción de amenazas biológicas de alto impacto.El ejercicio examinó las brechas en las arquitecturas nacionales e internacionales de bioseguridad y preparación para pandemias, explorando oportunidades para mejorar las capacidades de prevención y respuesta para eventos biológicos de alto impacto. Los participantes incluyeron 19 líderes senior y expertos de toda África, las Américas, Asia y Europa con décadas de experiencia combinada en salud pública, industria biotecnológica, seguridad internacional y filantropía.
Desarrollado en consulta con expertos técnicos y políticos, el escenario del ejercicio ficticio retratóuna pandemia global mortal que involucra una cepa inusual del virus de la viruela del simio que surgió por primera vez en la nación ficticia de Brinia y se extendió por todo el mundo durante 18 meses. En última instancia, el escenario del ejercicio reveló que el brote inicial fue causado por un ataque terrorista que utilizó un patógeno diseñado en un laboratorio con disposiciones inadecuadas de bioseguridad y bioprotección y una supervisión débil. Al final del ejercicio, la pandemia ficticia resultó en más de tres mil millones de casos y 270 millones de muertes en todo el mundo.
(…) los participantes del ejercicio acordaron que, a pesar de las mejoras posteriores a la respuesta mundial a la COVID-19,el sistema internacional de prevención, detección, análisis, alerta y respuesta ante pandemias es lamentablemente inadecuado para abordar los desafíos actuales y futuros previstos. Las brechas en la arquitectura internacional de bioseguridad y preparación para pandemias son amplias y fundamentales, lo quesocava la capacidad de la comunidad internacional para prevenir y montar respuestas efectivas a futuros eventos biológicos, incluidos aquellos que podrían igualar los impactos de COVID-19 o causar daños significativamente mayores.”
Recordemos que a fin de 2019 se realizó el Event201[15]. Fue un simulacro de pandemia de coronavirus organizado por la Fundación Bill y Melinda Gates, el Foro Económico Mundial y el Centro Johns Hopkins para la Seguridad y la Salud el 18 de octubre de 2019, pocas semanas antes de la aparición del nuevo “coronavirus” en China. Diez días después, el Milken Institute, con la presencia estelar de Anthony Fauci, organizó un seminario [16] en el que se expuso la necesidad de desarrollar una “vacuna universal” contra la gripe, y se llamó a “invertir en ciencia innovadora y a catalizar una respuesta global a la inevitable próxima pandemia”. Dos años antes, en octubre de 2017, el Centro Johns Hopkins había realizado otro simulacro de pandemia, llamado “SPARS Pandemic 2025-2028” [17] y otro el 15 de mayo de 2018, intitulado “CLADE X EXERCICE”. [18]
Además, en julio del año pasado, Klaus Schwab organizó una simulación de “ciberpandemia” llamada “CyberPolygon” [19], alimentando temores de un “gran apagón” internacional. Huelga decir que todos estos eventos, organizados por “filántropos” multimillonarios que tanto se preocupan por nuestra salud y por nuestro bienestar, no guardan relación alguna con los acontecimientos de estos últimos dos años [20] en particular, con la “vacunación universal” [21] decretada por el magnate eugenista Bill Gates. [22]
La lista de ejemplos dista de ser exhaustiva. Decididamente, tenemos que lidiar con criminales psicópatas sin escrúpulos y empeñados en llegar hasta las últimas consecuencias en la implementación de su proyecto eugenésico global. Mientras tanto, el sistema mediático sigue presentando a esta casta de delincuentes como “filántropos” que persiguen generosamente el objetivo de “cuidar” a la humanidad y luchar contra el “cambio climático”.
Lamentablemente, los que deberían dar la señal de alarma y encabezar la resistencia contra este atentado inaudito perpetrado contra la humanidad brillan por su ausencia. Pienso, principalmente, en la jerarquía eclesiástica [23] y en la inmensa mayoría de los intelectuales católicos, literalmente “desaparecidos en acción”, quienes aceptan sin rechistar todas las medidas tiránicas adoptadas por la casta mundialista eugenésica, en una patética y desconcertante combinación de pasividad, apatía y pusilanimidad, presa de una credulidad irracional y empecinada que resulta no solo incomprensible, sino, sobre todo, extremadamente dolorosa y decepcionante.
Que un “Don Nadie” como yo tenga que saltar a la palestra para denunciar este atropello incalificable y desenmascarar públicamente a sus autores, valiéndose de los muy modestos medios intelectuales, sociales y materiales de los que dispone, ilustra de modo cruel la deserción generalizada de aquellos espíritus superiores -intelectual, social y culturalmente hablando- que tendrían que estar al frente de la tropa rasa de combatientes, liderando esta batalla espiritual épica, sin precedentes, de dimensiones propiamente bíblicas, y, a mi parecer, de carácter inequívocamente pre anticrístico. No puede uno evitar recordar las palabras de Isaías sobre los “perros mudos”…
Concluyo citando el final de un artículo publicado con motivo del segundo aniversario de la “pandemia” de coronavirus [24]:
Mirar la realidad de frente, expresarla sin tapujos ni falsas prudencias humanas, y actuar en consecuencia, se ha vuelto un deber urgente y una vocación política y espiritual como posiblemente nunca antes, en estos tiempos aciagos en los que campan a sus anchas la pusilanimidad, la indiferencia y la apatía, y en los que la mentira y el engaño han suprimido no solo la presencia luminosa de la verdad en la vida social, sino, peor aún, el anhelo mismo de su búsqueda, en el corazón de la mayoría de la gente.
Aprovecho la ocasión para señalar, con gran tristeza e inmensa decepción, el silencio ensordecedor y la perturbadora ceguera que padece la mayor parte de los intelectuales católicos respecto a la situación actual[25], algunos de los cuales, incluso, dan la impresión de complacerse en denigrar a todo aquel que ose poner en tela de juicio la pertinencia y la honestidad de la narrativa impulsada por los laboratorios.
Defender la credibilidad de la OMS y de la criminal industria farmacéutica y buscar ridiculizar a quienes dan la señal de alarma ante esta situación anómala por donde se la considere parecería constituir una misión cuasi profética para ciertos intelectuales católicos que rivalizan de celo con los fact-checkers remunerados por Bill Gates y compañía, cuyo común denominador es la caza de “conspiracionistas” y la legitimación a ultranza de la narrativa pandémica oficial ante la opinión pública. (…)
A la luz de lo sucedido durante este proceso “sanitario” interminable, considero que el hecho de atreverse a cuestionar la veracidad de la narrativa oficial respecto a la “pandemia” y a todas las medidas subsiguientes no solo está plenamente justificado, sino que es una manifestación de sentido común y una actitud moralmente apremiante.
Y estimo también, como contracara necesaria de esto, que el negarse a considerar, cuando menos, la posibilidad de que la versión oficial sobre la “crisis sanitaria” no se ajuste a la verdad y desfigure la realidad de los hechos -y, peor aún, el descalificar por “conspiracionismo” a quien lo hiciera-, es dar muestras de un total desinterés por la verdad y constituye una deshonrosa falta de probidad intelectual.
[25] Es, desgraciadamente, el caso de muchos intelectuales católicos de corte “tradicional” y “conservador”, cuyo ejemplo emblemático es el del profesor italiano Roberto de Mattei, quien, desde el inicio de la “pandemia”, se ha empeñado en descalificar y en ridiculizar la intrépida y argumentada postura crítica de Monseñor Viganò, tachándolo poco menos que de afiebrado complotista, en vez de investigar de manera serena e imparcial las innumerables pistas que el arzobispo presenta, perfectamente referenciadas. Estos católicos “covidistas” han suscripto de manera automática y acrítica, casi “entusiasta” me atrevería a decir, al relato oficial, como si la OMS, Pfizer, Gates, Fauci y el foro de Davos fuesen dignos de algún crédito, un modelo de virtud y un ejemplo a seguir, y estuviesen movidos por un deseo altruista de ayudar al prójimo, en lugar de perseguir el lucro, buscar el control social y ejecutar su programa eugenésico global. Estos católicos han erigido la narrativa oficial respecto a la existencia y la gravedad de la “pandemia” y a la “necesidad” de recibir la “vacuna” preconizada por la OMS para “salvarse” como una cuasi verdad de fe, una certeza incuestionable y una prudentísima guía de acción, de la cual solo un insensato podría apartarse. En este enlace se podrá ver un ejemplo -entre tantísimos otros- en el mundo de habla hispana. Y ni hablar de la jerarquía eclesiástica, ni del clero en general, sometidos vergonzosamente y al unísono al relato falaz impuesto por el poder mundialista, y a sus directivas, tan absurdas como aberrantes: “Mirar sin ver: dos casos llamativos de ceguera espiritual”: Mirar sin ver: dos casos llamativos de ceguera espiritual
